Piden prisión para una madre y su hija por no respetar la vivienda de Iglesias y Montero
Las acusadas no querían guardar el perímetro de seguridad e increparon a los agentes
El juicio tendrá lugar el 24 de noviembre en el Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid
La Fiscalía de Madrid reclama un año de prisión para Ana Isabel Q.D. y seis meses para su madre, Ascensión D. B., por no respetar el perímetro de seguridad que la Guardia Civil había colocado alrededor de la vivienda de Galapagar (Madrid) donde residen el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Ambas acusadas, según la Fiscalía, acudieron sobre las 17:30 horas del pasado 30 de octubre a las inmediaciones de la zona. El Ministerio Público imputa a la madre un delito de desobediencia y a la hija, un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. El juicio se celebrará el próximo 24 de noviembre en el Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid.
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Cuando los agentes de la Guardia Civil, "uniformados y debidamente identificados", se disponían a establecer el perímetro de seguridad, madre e hija "mantuvieron una actitud de absoluto desprecio a la labor de los agentes, impidiéndoles el cumplimiento de la función encomendada, desobedeciendo de forma reiterada las indicaciones claras que los mismos les daban, en relación a que retrocedieran en la vía pública y despejaran el perímetro de seguridad".
De hecho, se aproximaron a los agentes gritándoles a escasos centímetros de sus rostros, "prescindiendo del uso de la preceptivas mascarillas" e incluso les propinaron golpes con las manos en el pecho "motivo por el cual, los agentes, tras informarles de las consecuencias legales de su comportamiento, comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona".
Sin embargo, en un momento dado, Ana Isabel Quiroga trató de acceder de nuevo a la zona de seguridad "con la intención de aproximarse a la vivienda".
Allí fue interceptada por un agente "quien le cortó el paso, cayendo ésta al suelo, momento en que la misma, al tiempo que le decía "hijo de puta", intentó agredir con el bolso al guardia civil en el rostro, golpe que este esquivó, tras lo cual, la acusada le lanzó patadas que impactaron en las botas y tibias del citado agente, sin causar lesión alguna".