Según el escrito del fiscal, en 2003, la menor, con 10 años, llegó a Badalona desde Ecuador para estar con su madre, que vivía con su nueva pareja --el acusado--, con quien tuvo otra hija.
Durante la convivencia el procesado aprovechaba las ausencias de la madre para abusar de la menor y, cuando ésta alcanzó los 12 años, también la obligaba a mantener relaciones sexuales.
La pareja rompió su relación y el acusado se fue a vivir a Barcelona, aunque la menor, acompañada por la otra hija de ambos, pasaba los fines de semana en casa del padre, momento en el que se repetían las violaciones.
En octubre de 2007, cuando la niña tenía 14 años se fue a vivir con el acusado a L'Hospitalet de Llobregat, donde éste tenía alquilada una habitación con una cama.
El acusado la controlaba constantemente cuando regresaba del colegio para asegurarse de que no había estado con ningún hombre, llegando incluso, al menos en una ocasión, a golpearla por celos.
Fruto de estas relaciones, la niña se quedó embarazada en dos ocasiones, a los 13 años --abortado a los dos meses-- y a los 14 años --abortando a los cuatro meses-- sin que conste que estos abortos fueran provocados.
El fiscal le imputa un delito continuado de abusos sexuales y un delito de maltrato familiar y pide que indemnice a la menor 30.203 euros por las lesiones y los daños morales.