Sánchez defiende a la Casa Real: “Lo que se juzga son personas, no instituciones”
Sánchez asegura que desconoce el destino de Juan Carlos I
"Lo más importante" es que Juan Carlos I se pone a disposición de la Justicia
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido defender la figura de la Casa Real, durante su comparecencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, tras conocerse la decisión del Rey emérito de fijar su residencia fuera de España. El jefe del Ejecutivo ha querido recalcar que “lo que se juzga son personas, no instituciones”, además, ha asegurado que su Gobierno "considera plenamente vigente el pacto constitucional", que incluye la Monarquía.
"España necesita de estabilidad y de instituciones robustas, y éstas tienen que abonarse con ejemplaridad, transparencia y regeneración. La línea marcada por la Casa Real considero que es la adecuada", ha dicho Sánchez, "el Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional".
MÁS
Tras las críticas a la decisión del Rey emérito por algunos de los ministros, como el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la responsable de Igualdad, Irene Montero, Sánchez ha sido preguntado sobre por qué no informó a su socio de coalición, Podemos, de la decisión, pero el Presidente no ha dado detalles alegando que las conversaciones que mantiene con el jefe del Estado, Felipe VI, son "discretas".
El jefe del Ejecutivo ha reiterado su "respeto absoluto a las decisiones que ha tomado la Casa Real", ya que supone "distanciarse de supuestas conductas cuestionables y reprobables por parte de un miembro de la Casa Real".
Desconoce dónde se encuentra el rey Juan Carlos I
Preguntado en varias ocasiones por el paradero del Rey emérito, Sánchez ha asegurado que desconoce esa información y ha subrayado que los despachos que celebra con Felipe VI son "reservados" y ha recalcado que hay una "confidencialidad" y "discreción" entre la Casa Real y su persona que él debe "preservar".
El jefe del Ejecutivo ha insistido en que "lo más importante" es que Juan Carlos I se pone a disposición de la Justicia como "cualquier otro español".