"Ellos sabrán". Con esta respuesta entre tajante y displicente ha respondido Pedro Sánchez al fichaje por parte de Iberdrola como vicepresidente para España de Antonio Miguel Carmona, exparlamentario regional y ex portavoz el PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.
Era la primera vez que el presidente del Gobierno se refería a la incorporación del militante socialista a la compañía eléctrica -consumada en pleno pulso del Gobierno con el sector eléctrico por la irrefrenable escalada de precios-, y ha querido mostrarse rotundo. Ha dicho que ni tiene que decir a Iberdrola a quién debe contratar, ni a Carmona "que tiene que hacer con su vida". En todo caso, y consciente del trasfondo que ha tenido el movimiento, ha advertido: "No soy objeto de presión de ningún lobby".
Entrevistado en La Sexta, Sánchez ha hecho ver se mantiene firme ante el sector, en un día en el que precisamente el Ejecutivo ha tenido un gesto hacia sus grandes empresas, admitiendo que las medidas previstas para recortar los beneficios extraordinarios que obtienen (con vista a limitar sus efectos en el recibo de los particulares) no se apliquen a las compañías que ofrezcan a la industria energía a precios “razonables”.
¿Van a suavizar el hachazo a las eléctricas?, ha sido la pregunta concreta de Antonio García Ferreras que ha dado pie a Sánchez a explicar sus intenciones. "Vamos a decirles que si plantean contratos sin sobrebeneficio por el alza disparatada del gas no se les aplicará decreto ley. Como no incorporan este beneficio, no se le aplica esta medida".
Sobre este mismo asunto del precio de la luz, el presidente ha renovado su compromiso de que el recibo promedio de finales de este año sea semejante al de 2018. Con las medidas en marcha, las del decreto ley aprobado convalidado este mismo jueves en el Congreso, o con otras que se puedan implementar en el futuro.
Ya de paso, afirmaba también que el suministro de gas está garantizado para estos próximos meses en los que se aproxima el invierno. Dice el presidente que la reciente visita a Argelia del ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha contribuido a asegurarlo, pese a la tensión geopolítica que se da entre Argelia y Marruecos.
La cita televisiva ha coincidido también con el acuerdo exprés del Gobierno con el PP para renovar diversos órganos constitucionales, salvo el Consejo General del Poder Judicial. Sánchez se ha declarado agradecido tanto al PSOE como al PP por el entendimiento, pero sin dejar de reprochar a Casado que no se haya hecho extensivo al CGPJ.
"El desbloqueo pone de relieve la sinrazón del bloqueo del órgano de los jueces. No hagamos una lectura ventajista de la Constitución, hagamos la renovación del CGPJ en los próximos días", ha propuesto el presidente, que se ha resistido, pese a la insistencia de Ferreras, a aclarar si es partidario de que se modifique el sistema de elección de los vocales del Consejo de cara a futuras renovaciones.
Recuerda que el PP ha perdido en el Congreso las dos veces que lo ha propuesto. "En las Cortes no hay una mayoría amplia que secunde su propuesta. Tiene que ser consciente y propiciar el desbloqueo", ha dicho.
El inicio del dialogo para la renovación de algunos cargos no ha evitado que Sánchez le haya pasado factura al líder del PP por haber dicho que España va a la quiebra. En tono grave, el presidente ha dicho que "hay que ser leal" y "no crear falsas alarmas que dañan la reputación del país". Sánchez se pregunta si ese discurso "tan pobre y desleal" es el único que tiene el principal partido de la oposición.
Su versión sobre la marcha de la economía es bien distinta. Dice que va a crecer, que se está creando empleo, que la prima de riesgo es baja. Para Sánchez, España "camina en contexto difícil pero con buen rumbo" y, desde luego, "no está en bancarrota". Su principal preocupación, a este respecto, es la inflación.
Al hilo de las preguntas, la entrevista ha ido saltando de personaje a personaje. Sin que las respuestas del presidente se hayan apartado de su guion habitual.
. Isabel Díaz Ayuso y sus quejas sobre la supuesta infrafinanciación de Madrid: "Hace tiempo que confronta con todo. Si digo A dice B y si digo B dice A. Más allá del rifirrafe me gustaría que, aunque sea una vez, colabore con el Gobierno de España en beneficio de los madrileños".
. 'Caso Brahim Gali". La entrada en España del líder del Polisario que ha llevado a la ex ministra Arantxa González Laya a declarar ante el juez: "España cumplió con la legalidad democrática". ¿Usted autorizó la entrada? "Esta sub júdice. No quiero, no debo pronunciarme. Hicimos bien".
. Juan Carlos I y sus negocios: ¿Debería dar explicaciones? "En mi opinión, sí. Sería conveniente que diera su opinión sobre estos hechos, que son informaciones perturbadoras. Es contraproducente incluso para las cosas buenas que hizo en su reinado".
. Iván Redondo: "No he hablado con él". "Solo tengo palabras de agradecimiento (para él y otros) por lo que han hecho en el momento de resistencia ante la pandemia"."El equipo necesitaba renovarse".
Sánchez ha completado el repaso a la actualidad con dos previsiones de futuro:
Una, entiende que las mascarillas deben mantenerse hasta que digan las autoridades sanitarias. Aunque es partidario de no quitarlas en estas fechas de frío en las que son más frecuentes las afecciones respiratorias.
Dos, asegura que la legislatura llegará "hasta 2023". Dice que hay que abordar la recuperación y aprovechar los fondos europeos. "Tengo mucho por hacer", anuncia.