Mónica García, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Más Madrid es bien conocida en el mundo sanitario por su defensa de la sanidad pública y su oposición a las privatizaciones de centros hospitalarios. Esta mujer, anestesióloga de profesión, es diputada en la asamblea de Madrid y se ha convertido en una especie de martillo pilón para la presidenta Díaz Ayuso a la que comparó con Trump. No solo eso, a toda esta actividad le suma ser madre. Y ahora un campaña que promete ser dura y no muy limpia. Para empezar, la izquierda la afronta dividida, con Errejón e Iglesias pugnando por votos.
Es llevadero todo e ilusionante poder ofrecer una alternativa, con la responsabilidad de mi profesión. Es una oportunidad para cambiar el Gobierno. ¿Se ha sentido aterrorizada por lo que está ocurriendo en esta pandemia? ¿Ha tenido contacto con enfermos graves, con enfermos de UCI?. ¿Ha visto morir gente? le ha preguntado Piqueras. Mónica ha respondido que lo vivido en esa época fue terrible, la cantidad de gente sin acceso a UCI, la sobresaturación. El contraste cuando salía del turno y le decía al número dos de Ayuso que no teníamos UCI y él decía que no era verdad y Ayuso también". Eso es lo que Mónica recuerda y fue uno de los impulsos para dar sus pasos en política.
¿Qué haría usted si fuera presidenta para cambiar las cosas?, le han preguntado a Mónica también Piqueras a lo que ha respondido con una idea: mejorar la gestión de la vacunación en Madrid. En su opinión ha sido "chapucera, cuando hemos vacunado de la gripe a un millón y medio de personas en ocho semanas. En Madrid no hemos tenido nunca un plan de vacunación serio", ha criticado Mónica García. Piqueras le ha respondido que vacunas tampoco es que haya a lo que Mónica ha respondido que no ha habido una planificación seria y que Ayuso ha abandonado a los ciudadanos de Madrid.
Mónica García habló también de economía -defendiendo la política de lo cotidiano-, y ha vuelto a repetir una frase que siempre oímos en campaña y que luego nadie es capaz de llevar a cabo. Que si ella fuera presidencia cambiaría el modelo productivo, acabaría con el ladrillo y las cañas como base y daría ayudas a la hostelería de la que ha destacado que Ayuso no da un euro. En ese momento, Piqueras ha contestado con un hecho evidente pese a los ataque en ese sentido. Ayuso es valorada positivamente en el mundo de la hostelería, posiblemente porque en vez de dar ayudas no cierra. Mónica ha considerado que Ayuso no ha planificado el poder estar con la hostelería con seguridad y ha sido hipócrita en este sentido.
Mónica ha hablado también de la salud mental, que Errejón puso en el mapa en el Congreso después de que el diputado del PP dijera Vete al médico. Mónica ha señalado que del insulto del Vete al médico van a hacer un plan, proponen doblar psiquiatras y psicólogos.
Y sobre la cuarta ola ha dejado claro que lo que hay que hacer es estar preparados para reducir la mortalidad, a la que parece que nos hemos acostumbrado, porque esto es como un Titanic que va hacia el iceberg. habrá nueva ola, y tendremos que estar preparados. No creo Mónica García que a los mandos de Ayuso lo estemos. Y menos si se apoya en Vox. Un hecho que la izquierda debe impedir y que es más importante que el machismo o no de Iglesias sobre el que Mónica esta vez, pasó de perfil. “Reivindicamos nuestro espacio político, mis palabras se identificaron con muchas mujeres. Espacio político que nos hemos ganado a pulso”. Y sobre la unidad de la izquierda lo tiene claro. Confía en que Mas Madrid sea capaz de convencer a todos lo que se sienten ahora avergonzados con el Gobierno de Ayuso y cree que cada uno tiene su opción y que sumando más de un 5% todos tienen su sitio. Nos enfrentamos a gente como Monasterio que niega el cambio climático y la violencia machista.