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Al destrozo de la agricultura que ha dejado la erupción del volcán de La Palma se suma la desaparición de infraestructuras, de cientos de viviendas y de edificios especialmente importantes para la población. Hace una semana se produjo el colapso de la iglesia de Todoque, todo un símbolo para los palmeros.
Alberto Hernández, párroco de Todoque, reconoce que no tuvo a muchas esperanzas de que la iglesia de la localidad se salvara. De las cuatro iglesias de Los Llanos de Aridane de las que es párroco, dos ya han caído y una tercera está casi sentenciada, pero él encuentra consuelo.
“Sigo siendo párroco”, dice y añade que “aunque no hay templo, hay comunidad y lo que importan son las personas”. En la única iglesia que sigue en pie se conservan las imágenes rescatadas de la destruida hace una semana.
También, la memoria gráfica de los orígenes de esta localidad, incluida la construcción de la icónica parroquia. En el caso de Todoque solo unas décadas separan su génesis de su apocalipsis, aunque el obispado promete que, allá donde vayan los vecinos, se edificará una nueva iglesia.
Mientras la tierra sigue temblando y el volcán de La Palma continúa escupiendo lava, cientos de personas siguen fuera de sus casas porque las han perdido o porque las coladas amenazan con arrasar sus viviendas.
Un equipo de Informativos Telecinco ha sido testigo del momento en el que algunos vecinos han podido regresar a sus casas en Todoque para recoger algunos enseres, y han tenido que salir corriendo por culpa de los gases. Sobre las 12.30 hora local se cortaba el acceso, no solo para los que estaban en la cola de acceso, sino también para los que estaban dentro de sus casas, que han tenido que salir de inmediata.
Ahora mismo la Unidad Militar de Emergencias está haciendo mediciones en la zona para ver si los vecinos podrán volver a acceder a sus casas para recoger sus enseres en las próximas horas.