Lo inédito sigue sacudiendo a la política catalana y, una vez más, el Parlament es prueba de ello. La cámara ha celebrado este miércoles un pleno extraordinario en el que Junts per Catalunya (JxCat), Esquerra Republicana (ERC) y la CUP han mostrado su absoluto rechazo a la sentencia del Tribunal Supremo que inhabilita a Quim Torra como president de Cataluña ante la oposición frontal de Ciutadans (C's), el Partido Socialista Catalán (PSC) y el Partido Popular (PP).
Los 69 votos a favor de los independentistas a su propuesta de resolución han sido más que suficientes para alcanzar la mayoría simple del hemiciclo. El texto aprobado manifiesta su "confianza en el Molt Honorable Quim Torra como presidente de la Generalitat" a pesar de la sentencia inhabilitadora del Tribunal Supremo, a la que no reconoce como legítima y valora como un "golpe a las instituciones en beneficio de la unidad de España y no de la justicia, los derechos y las libertades fundamentales".
De esta forma, el Parlament da apoyo al Govern en funciones, que tilda de excepcional, para que actúe "con lealtad" al ya expresident y recuerda que "el MHP Carles Puigdemont fue cesado por el Gobierno español del PP con el apoyo del PSOE y Ciudadanos y ahora es el Tribunal Supremo y la Junta Electoral Central quienes inhabilitan el president de Cataluña". Por último, también descarta que el órgano electoral tuviera competencias para tomar esta decisión.
Una serie de puntos, los tres y seis, que han contado con la oposición de C's y el PSC, que han pedido a la Mesa no aceptarlos. La formación naranja, el principal grupo en la oposición, lo ha justificado al asegurar que "vulneran la división y la separación de poderes" al depositar la confianza del Parlament "en una persona con incapacidad jurídica para obtenerla" y al no reconocer la inhabilitación del president. Aún así, la votación se ha acabado celebrando (con retraso) y el polémico texto, finalmente, ha sido aprobado.
El debate ha contado con la intervención de Quim Torra como invitado, de su sustituto Pere Aragonès y del resto de grupos a excepción del PSC. Precisamente, el grupo de Miquel Iceta no ha asistido al debate y, junto con C's, habían solicitado a la Mesa del Parlament no celebrarlo al creer que los partidos independentistas manipulan el Parlament y lo utilizan con fines partidistas.
Finalmente, el pleno se ha producido con los 17 escaños socialistas vacíos, un gesto que han repetido los 36 diputados del grupo naranja y los cuatro populares, ya que no han vuelto al hemiciclo para votar tras el receso. Algo que ha favorecido la aprobación por un mayor margen del texto independentista, aunque esta ya estaba asegurada por mayoría simple debido a la también ausencia de los socialistas.
Carlos Carrizosa, jefe de la oposición y líder de C's, ha explicado los motivos de su marcha: "Este es un pleno de consolación para Torra, para hablar del malvado Estado español". Para él, que ha recordado que Torra dijo que no venía a gestionar una autonomía sino un país cuando fue investido, finalmente "ni ha gestionado la autonomía ni ha conseguido la república". Y ha concluido: "Son un peligro para los catalanes, pero ¿saben qué? Ustedes no representan en eso a Cataluña".
Por su parte, durante su intervención, que ha inaugurado el debate los primeros 20 minutos, el expresident se ha dirigido también a la formación de Carrizosa al arremeter contra ella por presentar ante la Junta Electoral Central la denuncia que ha derivado en su inhabilitación: "Vergüenza para los que lleváis la libre expresión de este Parlament a la justicia, vergüenza". El hasta ahora jefe del Ejecutivo catalán ha augurado que pueda volver a pasar ("hoy soy yo, pero mañana será otro") y ha prometido que "nunca" llevará a los tribunales ninguna resolución aprobada por el Parlament.
También ha aprovechado para animar a los catalanes a hacer de las próximas elecciones, que se celebrarán previsiblemente el 7 de febrero, un plebiscito que ratifique el resultado del referéndum del 1 de octubre de 2017. "Tenemos unas elecciones delante para demostrar que tenemos la fuerza de cambiarlo todo, depende de los catalanes que sea un plebiscito del 1 de octubre", en palabras del expresident.
Al acabar su discurso de algo más de 20 minutos (tenía derecho a media hora), Torra ha abandonado el hemiciclo tal y como ha llegado a él: entre ovaciones de los socios de Govern. De hecho, ha pedido en reiteradas ocasiones a sus compañeros que le dejaran empezar su intervención. Un apoyo simbólico que, lejos de brindárselo la oposición, solo lo ha recibido de los suyos en la escenificación del pacto de no agresión que han alcanzado ambos partidos después de la marcha de Torra.
Es el ejemplo del nuevo presidente interino sustituto, el también vicepresident y conseller de Economia, Pere Aragonès, que ha aprovechado su intervención como representante del Govern para ensalzar su figura: "Después de la inhabilitación del president Torra, no hay president ni lo habrá hasta que este Parlament elija a uno". En la lína del republicano, que ha defendido "no normalizar la situación", la portavoz del Govern y diputada de Junts per Catalunya, Meritxell Budó, se ha referido directamente al expresident: "Ha sido un honor ser consellera de tu gobierno, un Govern que tú definías como 'diálogo y vida'".
Los Comunes han participado en el debate y han votado en contra del texto independentista. El grupo de Unidas Podemos en Cataluña, liderado por Jéssica Albiach, ha reconocido sus discrepancias con la gestión del Ejecutivo de Torra, pero ha valorado como "desproporcionadas" las consecuencias políticas de la sentencia inhabilitadora del Supremo. También ha lamentado que deja a Cataluña en una compleja situación de vulnerabilidad: "El Govern esta en funciones, pero las crisis no y estar con un Govern en funciones cuatro meses no es la mejor idea".
El tono electoralista ha copado la despedida del 131º president de la Generalitat de un dividido Parlament, cuyo escaño ya perdió en enero con el voto a favor de los mismos republicanos que ahora le rinden fidelidad. No obstante, el jefe de la oposición prevé volver a verlo próximamente por sus pasillos, y lo ha hecho con una amenazante advertencia: "Se ha ido, pero volverá porque seguiremos investigando lo que hizo durante su mandato".