Marivent no es lo que era: auge y caída de la corte veraniega de los Borbones
Fue el reflejo veraniego de los años de esplendor del reinado de Juan Carlos I, pero ahora los despachos veraniegos se reducen a encuentros breves y discretos
Los Clinton, la princesa Diana o el emperador de Japón, entre los invitados a Marivent por los reyes Juan Carlos I y Sofía
Los reyes eran el mejor escaparate para las islas fuera de España y Mallorca se entregaba a ellos
Un saludo rápido, cordial y protocolario a la entrada del Palacio de Marivent; una reunión a puerta cerrada y una rueda de prensa con tres preguntas. Eso es lo que ha dado de sí el despacho entre el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en el palacio mallorquín de Marivent este 2021. Nada que ver con las reuniones veraniegas en tiempos de Juan Carlos I, que este martes cumplía un año en Abu Dabi.
En Marivent, este año, no se ha hablado de Juan Carlos I porque Sánchez ha preferido resaltar las bondades de su hijo. En el mismo palacio que fue un símbolo de los mejores tiempos de su reinado, la prensa preguntaba por él, por dos motivos: por la fecha y porque Marivent estará siempre ligado a su nombre.
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Durante todo el reinado de Juan Carlos fue la gran cita social del verano. La Familia Real de la era juancarlista se trasladaba a principios del estío hasta Mallorca y se instalaba en Marivent, un palacio que no es de Patrimonio Nacional, sino de la Comunidad Autónoma, pero que desde el 73 acogió a Juan Carlos I, Sofía, sus hijos y después a sus nietos.
El rey reinaba en las regatas y la reina en las calles de Mallorca, donde era habitual verla visitando tiendas o dando un paseo. Ambos lo hacían juntos en en recepciones sociales. La isla se entregaba a ellos y ellos ejercían de embajadores. Eran el mejor reclamo para la ciudad, todo un escaparate en el que posaron junto a una larga lista de ilustres.
Los Clinton (Bill y Hillary), los príncipes de Gales (Carlos y Diana), el emperador de Japón Akihito con su mujer Michiko, o la primera dama estadounidense Michelle Obama fueron invitados de honor en la isla y dejaron riadas de imágenes para el papel couché.
En el año 2000, incluso, un grupo de empresarios de la isla le regalaron el yate Fortuna para su uso y disfrute. La navegación ha sido siempre una de las grandes aficiones del Borbón que capitaneaba también el Bribón en las competiciones marítimas, incluida la Copa del Rey.
Los presidentes
Los despachos veraniegos eran algo más que política. Los presidentes del Gobierno iban dos veces a la isla a lo largo del verano, y lo hacían acompañados de sus esposas. Bueno, Carmen Romero, la mujer de Felipe González, que apenas participaba en los actos oficiales, tampoco acudía al palacio. Sí lo hacían Ana Botella, la mujer de Aznar; y Sonsoles Espinosa, la de Zapatero.
Si ahora la reina Letizia protagoniza duelos de estilo con otras primeras damas, antes era la reina Sofía la que lo hacía, y Marivent era el lugar perfecto, lejos del protocolo más rígido de Zarzuela.
Con Zapatero, los despachos veraniegos se redujeron de dos a uno. Con Mariano Rajoy se acabó la tradición de que las esposas de los presidentes les acompañaran a Marivent. Fue gobernando Rajoy cuando también llegó el fin del reinado de Juan Carlos I, en el trono y en Mallorca.
Para entonces, la foto familiar de los Borbón ya había cambiado mucho. El verano de 2008 fue el primero sin foto oficial. Sólo unos meses antes, la infanta Elena y Jaime de Marichalar habían anunciado el "cese temporal" de su convivencia.
Además, los hijos de Juan Carlos y Sofía no coincidieron. Felipe y Letizia se habían marchado para cuando llegaron Elena y Cristina. La foto, que ya no era la misma porque faltaba el duque de Lugo, no se hizo.
La separación de la infanta Elena y los rumores de que a Letizia no le gustaba Marivent fueron cambiando las fotos y los veranos en Mallorca. Iñaki Urdangarin fue el siguiente en desaparecer de la escena, no por ruptura conyugal sino por señalamiento judicial.
2011, ya sin foto, fue el año de su imputación. En 2012, sólo se invitó a la infanta Cristina y sus hijos. Pero todavía reinaba Juan Carlos y a pesar de todo, Marivent seguía siendo "La Corte" veraniega. En aquellos años, el rey seguía compitiendo en las regatas y la reina callejeaba por Mallorca con sus dos hijas.
Se seguían celebrando recepciones oficiales y actos con la Familia Real que nadie de la alta sociedad balear quería perderse.
Marivent tras la abdicación
La llegada al trono de Felipe VI lo cambió todo. Los despachos reales no incluyen cena y este 2021, la recepción a las autoridades se ha limitado a un encuentro con la presidenta balear, Francina Armengol. Los actuales reyes no han dejado de ir a Mallorca, pero su presencia se ha reducido a algo más de una semana, además de una breve visita en Semana Santa.
Fue en una de esas estancias de primavera -en 2018- cuando las cámaras captaron un desencuentro entre la reina y su suegra, a la que intentó apartar de una fotografía con con las infantas Leonor y Letizia tras la misa de Resureción enla Catedral.
Las cosas ya no eran lo que habían sido -como en muchas familias- y eso que aún faltaban tres meses para que trascendieran las grabaciones de Corinna, contándole al comisario Villarejo que Juan Carlos I había cobrado comisiones por el Ave a la Meca. Después llegarían la investigación de la Fiscalía, la marcha a Emiratos Árabes y todo el resto de de acontecimientos que han ido emborronando la figura del rey emérito.
La pandemia de coronavirus ha quitado más brillo todavía a Marivent y a la estancia real en Mallorca. Las restricciones han obligado a reducirlo todo a la mínima expresión, en un momento en que a la Casa Real no le viene mal estar fuera de foco, especialmente en días señalados como este martes.
Porque sí, cada vez que el rey habla hay alguien esperando a que mencione a su padre. Y si es Sánchez el que habla tras estar con él, las preguntas van en esta dirección. Especialmente este tres de agosto de 2021, el día en que el despacho de verano del presidente el monarca coincidía con el primer aniversario de la marcha de Juan Carlos I a Abu Dabi.
Pero Sánchez no ha soltado prenda ni ha mencionado a Juan Carlos I, en los mismos jardines que fueron el escenario idílico de una familia real que nada tiene que ver con la que fue. Para los Borbón, los veranos de Marivent han pasado a ser tiempos mejores que han quedado atrás.