El mes de noviembre que acaba de finalizar ha sido el segundo peor de toda la pandemia del covid-19. Con 512 fallecidos comunicados el lunes 9 y 537 el 24 todo apuntaba a que noviembre no traería nada bueno. Después del trágico abril, con más de 16.000 fallecidos, seguramente noviembre adelantará a marzo y será el segundo mes con más fallecidos esta pandemia por la covid. Este mes rozará los 9.000 muertos. Todavía faltan tres días por computar. Además hay un exceso de mortalidad de 8.000 personas. Cataluña y Andalucía con 2.000 y 1.500 fallecidos respectivamente han sido las comunidades peor paradas.

Sin embargo, es en número de infectados en que el mes de noviembre encabeza la lista. Durante todo el mes se han certificado 450.000 contagios, la mayor cifra registrada desde que el pasado mes de marzo se decreto el confinamiento general de la población, según Catalunya Press.

Todo ello pese a que las cifras de incidencia se han empezado a controlar y en la mayoría de las comunidades autónomas ha logrado rebajarse desde tasas que han llegado a superar los 1.000 casos en algunas de ellas hasta los 300, aunque la media de España tuvo como pico de tasa de incidencia 529 casos.

De todas formas, hay que señalar que cuando se levantó por primera vez el estado de alarma, la incidencia acumulada era de 8 casos por cada 100.000 habitantes y actualmente la media de toda España es de 300 casos, más de 30 veces más. La comunidad de Cataunya ha sido la que ha comunicado un mayor número de fallecidos por el virus durante el mes de noviembre. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en la comunidad catalana han fallecido durante el mes de noviembre casi 2.000 personas. Le siguen las de Andalucía, unos 1.500, Madrid, unos 1.000 y Castilla y León.

Por lo que se refiere a las hospitalizaciones, los servicios sanitarios están teniendo un ligero respiro, aunque las cifras de ingresados siguen siendo elevadas. Las hospitalizaciones en planta han bajado un 11 % y se sitúan alrededor de los 14.000 casos, mientras que en las UCI hay un 28 % de ocupación media, con unos 2.700 pacientes ingresados. Para los expertos, estas cifras alertan de que la llegada de una tercera ola es prácticamente inevitable, sobre todo pensando que se está a las puertas de las fechas navideñas y de que muchas comunidades han empezado a relajar la medidas de seguridad para intentar atajar el contagio del virus.