La nueva normalidad pone fin a los silencios incómodos con el vecino en el ascensor
Muchos ascensores no permiten mantener la distancia mínima de 1 metro
Recomiendan tocar lo imprescindible y lavarse bien las manos después
En esta nueva normalidad a la que nos ha obligado el coronavirus todo va a tener que ser bien regulado. También los ascensores, espacios muy reducidos en los que se limita drásticamente el aforo. Cómo usarlos con seguridad supone un reto para las empresas y también para las comunidades de vecinos
Las normas de higiene comienzan al llamar al ascensor. Las botoneras y los tiradores de las puertas, al ser de uso compartido por toda la comunidad, pueden ser foco de contagio del mismo modo que otras zonas comunes de la finca. Para manipularlos, se recomienda protegerse con guantes o ayudarse de algún elemento que se puede limpiar o tirar posteriormente: llaves, palitos, pañuelos de papel, bolsas de plástico…
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En el caso de los ascensores de gran tamaño, la carga máxima ha de ser de 1/3 de su capacidad. A causa de sus dimensiones, muchos ascensores no permiten mantener la distancia mínima de 1 metro recomendada por las autoridades, de manera que lo mejor es utilizar el ascensor de forma individual a no ser que viajen varios habitantes de la misma vivienda. Se acabaron pues, al menos de momento, las típicas conversaciones sobre el tiempo con los vecinos.
Se recomienda no tocar ni apoyarse en las paredes interiores ni en los guía-manos o en los espejos. En cualquier caso, como de costumbre, lavarse bien las manos con agua y jabón al llegar a casa o desinfectárselas con solución hidroacohólica si vamos a la calle.
Las escaleras siguen siendo una alternativa muy saludable, pero si se sube o se baja por ellas, recomiendan no tocar los pasamanos y tocar los pulsadores de la luz con las mismas medidas de protección que en los otros elementos comunes. Al usar escaleras mecánicas, mantener una distancia entre personas de cuatro escalones.