¿Cómo murieron y que órganos destruyó el covid? Comienzan en Canarias las autopsias en salas de bioseguridad 3
Esta sala estará disponible solo para los hospitales de Gran Canaria
En España solo hay una docena de salas preparadas para autopsias por covid
"Para avanzar en el conocimiento de este virus tenemos que hacer autopsias"
Más de 700 personas han fallecido por covid-19 en las islas desde que comenzó la pandemia, pero, ¿cómo murieron?, ¿qué órganos y procesos de su cuerpo destruyó el virus? Es algo que en ningún caso ha podido averiguarse, porque en España apenas hay una docena de salas preparadas para hacer autopsias así, la última de las cuales se estrena ahora en Canarias.
El consejero de Justicia, Julio Pérez, ha presentado este miércoles la inversión de medio millón de euros que el Gobierno de Canarias ha hecho en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria para que una de sus cinco salas de autopsias cumpla con todos los requisitos de "bioseguridad 3", sin los cuales está prohibido afrontar el examen interno de un cuerpo con un agente infeccioso en su interior tan peligroso como el virus SARS-CoV2.
MÁS
La sala no solo va ser utilizada por los forenses -es decir, por la Justicia-, sino que está ya a disposición de todos los hospitales de Gran Canaria para realizar autopsias clínicas a pacientes que han muerto con covid-19, algo que puede tener una importancia capital si se quiere avanzar en saber "cómo mata" este coronavirus a las personas y, por lo tanto, cómo combatirlo y tratar al enfermo.
Son palabras de la directora del IML de Las Palmas, María José Meilán, que ha subrayado que en estos momentos, y en toda España, solo otros cinco institutos como el suyo y seis hospitales tienen salas de bioseguridad 3 para hacer autopsias a cadáveres con covid-19 sin exponer a ningún peligro a su personal, desde el forense hasta los encargados de limpiar, pasando por todos los auxiliares.
"Para avanzar en el conocimiento de este virus tenemos que hacer autopsias, es fundamental", ha subrayado Meilán.
Pero, hasta la fecha, los forenses y los médicos de los hospitales tienen instrucciones tajantes en España de no abrir un cuerpo de alguien que ha dado positivo a SARS-CoV2 en una PCR. En esos casos, se anota en el expediente "muerte por covid-19" y los sanitarios se abstienen de abrir cavidad alguna en el cadáver.
Esa falta de autopsias, ha enfatizado Meilán, está privando a la medicina y a la ciencia en general de conocimientos muy necesarios sobre "cómo mata el virus", qué procesos altera en el cuerpo de una persona, a qué órganos o funciones vitales afecta o que fenómenos desencadena hasta conducir al paciente a la muerte.
Contar con una sala de bioseguridad 3 resulta imprescindible para afrontar esos estudios y tenerla en Canarias, ha añadido, supone toda una oportunidad para liderar investigaciones al respecto.
En realidad, esta sala del IML de Las Palmas estará disponible solo para los hospitales de Gran Canaria, ya que la legislación impide mover de una isla a otra el cadáver de un paciente que ha muerto con covid-19 sin someterlo a un embalsamamiento, una técnica que, en sí misma, arruinaría el proceso posterior de la autopsia.
Ahora bien, ha precisado del consejero de Justicia, la intención del Gobierno de Canarias es dotar con al menos una sala de bioseguridad 3 a todas las islas, aunque ello implique invertir medio millón de euros en cada una. Se irá haciendo, ha añadido Pérez, conforme se disponga de recursos y del espacio necesario.
En el caso del IML de Santa Cruz de Tenerife, ya se ha dotado a las dos únicas salas de autopsias disponibles de medidas de seguridad de nivel 3, pero, en su caso, no se ha podido habilitar una sala 100 % dedicada a ese tipo de exámenes forenses por falta de espacio.
Las salas como las que ahora se estrenan en Las Palmas de Gran Canaria tienen circuitos específicos para mover los cuerpos con covid-19, separados del resto; esclusas que garantizan que no se produce ninguna fuga de patógenos al exterior; filtros de aire especiales e, incluso, cámaras de vídeo para grabar en detalle el trabajo.
Meilán ha subrayado que hacía tiempo que el IML de Las Palmas aspiraba a dotarse de unas instalaciones así. Lo pidió hace unos años, cuando se desató una epidemia de ébola en varios países de África Occidental, pero entonces su solicitud no fue atendida.
Y ello llevó, según ha revelado este miércoles, a que, en su día, tuvieran que abstenerse de hacer la autopsia a una mujer que murió en Gran Canaria tras llegar desde otro país con síntomas que podrían ser compatibles con el ébola. El caso no pasó de sospecha, no llegó a confirmarse como ébola, pero fue imposible examinar ese cuerpo sin una sala de bioseguridad 3, ha explicado la directora del IML.