El expresidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra en el marco de la operación 'Barçagate' y ha pasado la noche en el calabozo al negarse a declarar ante los Mossos. Los otros tres detenidos han tomado la misma decisión. Gómez Ponti y Oscar Grau quedan en libertad tras haberse negado a declarar en la comisaría de Les Corts, pero la mano derecha del expresidente, Jaume Masferrer, también ha pasado la noche detenido. A Bartomeu le tomarán declaración a lo largo de la mañana.
Para evitar cualquier manipulación de la información, los Mossos impidieron que cualquier persona del club pudiese trabajar presencial o telemáticamente e invitaron a abandonar las instalaciones a los trabajadores que no fueron requeridos para declarar. Los Mossos ven posibles delitos de administración desleal y corrupción entre particulares.
El registro, según ha adelantado Ser-Barcelona, está vinculado al denominado "BarçaGate", en que se investiga si una empresa contratada por el club azulgrana llevó a cabo una campaña de desprestigio en las redes sociales de jugadores y entidades contrarias a la directiva del expresidente Josep Maria Bartomeu.
En un dispositivo que se ha llevado a cabo durante toda la mañana y gran parte de la tarde, agentes del Área Central de Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra han irrumpido en las oficinas del club barcelonista, en el marco de su investigación, según las fuentes informantes.
El Barcelona ha emitido un comunicado en el que ha ofrecido "su plena colaboración a la autoridad judicial y policial para aclarar los hechos objeto de investigación”, y ha expresado su “máximo respeto por el procedimiento judicial en curso, y por el principio de presunción de inocencia de las personas afectadas en el marco de estas actuaciones".
El 'Barçagate' es el caso en el que una empresa contratada por el club habría llevado a cabo en las redes sociales una campaña de desprestigio de individuos y entidades no afines a la junta directiva de Josep Maria Bartomeu.
El caso estalló el 17 de febrero de 2020, cuando por la mañana el programa 'Què T'hi Jugues' de SER Catalunya explicó que desde finales del 2017 el Barça tenía contratada I3 Ventures, una sociedad del empresario argentino Carlos Ibáñez, que se dedicaba a desprestigiar, difamar y poner en duda desde por lo menos seis cuentas de Facebook a individuos y entidades del entorno azulgrana no afines a la junta directiva de Josep Maria Bartomeu, e incluso a jugadores como Leo Messi y Gerard Piqué.
Según la información, el Barça habría pagado un millón de euros anual a I3 Ventures por el monitoreo y la defensa reputacional en las redes sociales del presidente, la junta directiva y la marca, y las facturas se habrían troceado entre diferentes departamentos para que cada una fuese inferior a 200.000 euros, lo que evitó que los contratos tuviesen que pasar por la aprobación de la junta directiva.
'El País' publicó el 27 de febrero que docenas de cuentas falsas de Twitter de una base de datos de Nicestream (la empresa madre de I3 Ventures, también propiedad de Carlos Ibáñez) llevaban a cabo las mismas prácticas de difamación y desprestigio de individuos (incluidos periodistas) y entidades del entorno azulgrana que las seis cuentas de Facebook.
El 17 de junio la juez del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, Adriana Gil, admitió a trámite la denuncia de la plataforma Dignitat Blaugrana por presunta administración desleal y/o corrupción entre particulares por parte de algunos directivos de la junta de Bartomeu en el 'Barçagate'.
Esto provocó que durante la semana del 29 de junio los Mossos d'Esquadra, a requerimiento de la jueza, se personaran en el Camp Nou para recabar información sobre el caso.