La Delegación del Gobierno en Ceuta ha cifrado a última hora de la tarde en más de 3.000 el número de ciudadanos marroquíes que han accedido irregularmente a la ciudad autónoma durante este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, que según fuentes policiales no están haciendo "nada" para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española.
Algo más de un tercio del total, unas 700 personas según la Delegación, han asegurado ser menores de edad a su llegada a territorio nacional, lo que impedirá la devolución inmediata del contingente que esperan poder realizar las autoridades españolas a partir de los contactos establecidos entre los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores con el Reino alauita.
La Comandancia General de Ceuta ha ofrecido 300 literas militares para acoger en las naves de los polígonos comerciales del Tarajal, en su inmensa mayoría vacías desde el cierre de la frontera el 13 de marzo de 2020 por la pandemia, a los recién llegados, que están siendo sometidos a pruebas de covid-19.
La oleada migratoria comenzó al filo de las 2,00 horas de la madrugada de este lunes por el espigón norte del perímetro fronterizo y durante la noche y todo el día se ha extendido también al Tarajal, en el extremo sur, por donde los marroquíes, en su mayoría jóvenes varones pero también mujeres e incluso niños, superan la barrera fronteriza sin ningún control.
Un hombre ha fallecido ahogado esta tarde al intentar entrar a nado en Ceuta, a pesar de los esfuerzos de la Guardia Civil y de la Cruz Roja para reanimarlo en la misma orilla de la playa.
El hombre, un adulto marroquí, según las fuentes, murió en la orilla después de que fueran infructuosos los intentos de reanimarlo de agentes de la Guardia Civil y miembros de la Cruz Roja.
El cuerpo del fallecido será trasladado al tanatorio municipal de la ciudad para que se le practique la autopsia.