"A los que queréis que me vaya, no me voy, me quedo”. Son las primeras palabras que pronunció Cristina Cifuentes el 21 de marzo, tras conocerse, a través del Diario.es, las presuntas irregularidades de su máster. Resistió 35 días contra viento y marea: se abrieron investigaciones, se produjeron dimisiones en la universidad Rey Juan Carlos e incluso se puso el caso en manos de la Fiscalía, pero ella seguía -y sigue defendiendo- que no cometió ninguna ilegalidad. Lo máximo que llegó a reconocer fue un trato de favor por parte de la institución, por el que pidió disculpas. Finalmente la presión política y mediática provocó que Cifuentes renunciara a su máster el pasado 17 de abril: “no lo quiero”, zanjó resistiéndose a la dimisión. El máster no acabó con ella, pero la puso… en el punto de mira.