Manuel Burgos, comandante de la UME en La Palma: “Mi peor sensación ha sido atender a personas muy ancianas que habían perdido sus casas”
Patrullas militares acompañan a los vecinos en la recuperación de enseres de viviendas amenazadas por el volcán
Equipos especializados trabajan en primera línea para el control de la lava y la medición de gases tóxicos
El volcán de Cumbre Vieja no da señales de agotamiento en esta tercera semana de erupción
Manuel Burgos Arranz, comandante de la Unidad Militar de Emergencias UME, explica en Informativos Telecinco cómo va la evolución del volcán de La Palma en la que es la tercera semana desde la erupción.
¿Cuáles son las necesidades más perentorias de los vecinos afectados?
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“Esto ha ido evolucionando, desde un principio donde las familias llegaban bastante más desorientadas a la hora de recoger sus enseres. Necesitaban de esa guía que le proporcionaban los propios intervinientes que los acompañaban para recoger aquello que era más valioso, documentación, joyas y demás. Tal como han podido ir volviendo a sus casas a recoger más cosas, iban bastante más preparados y se centran sobre todo en su principal preocupación, recoger todo aquello que les va a permitir reiniciar su vida cuanto antes, electrodomésticos, ropa, colchones”
Imagino que quienes peor lo llevan son los ancianos, ¿recuerda algún caso especialmente emotivo?
“No recuerdo solo un caso, recuerdo la sensación cuando vi a personas muy ancianas con movilidad muy reducida que se encontraban en el acuartelamiento porque habían perdido ya sus casas, verlos por allí perdidos con su futuro muy incierto y pensando que ya no les queda mucho tiempo para poder volver a formar su hogar. Eso me llegó verdaderamente bastante a dentro y lo único que decir que tengan esperanza y que tengan confianza, que estoy convencido de que todo tiene solución”
Otra de sus misiones es la de vigilar el curso de las coladas por si hubiera que proceder a más desalojos. ¿Cuáles son los detalles que indican un eventual empeoramiento de la situación?
“Lo que puede variar la situación puede ser desde la aparición de nuevos centros de emisión, es uno de los puntos que mantenemos en continua vigilancia, hasta que el caudal de flujo que sale no pueda ser asumido por esos tubos laicos que ya se han comentado. En ese momento podría suceder que se saliera de los cauces ese flujo y cogiera otra cabecera de cuenca. Es por ello que estamos continuamente monitorizando con los drones como con personal que se encuentra sobre el terreno para poder anticiparnos y actuar de la manera más rápida posible”