La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) ha señalado este viernes que algunas empresas de distribución alimentaria están adoptando medidas de limitación de venta de aceite de girasol debido al "comportamiento atípico del consumidor que se ha producido en las últimas horas" por la guerra de Ucrania.
En un comunicado, la asociación ha aclarado que la "demanda anómala" afecta a un número "muy limitado" de productos relacionados con el aceite de girasol procedentes de Ucrania y "existen alternativas tanto de origen como de producto".
"España es primer productor mundial en varias de las familias de productos que componen las categorías de grasas vegetales", ha explicado Asedas, que también ha añadido que la cadena alimentaria española es "extraordinariamente eficiente y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de dichos productos".
Por último, ha recordado que las instituciones europeas, el Gobierno y los sectores más directamente afectados "están adoptando medidas para paliar esta situación concreta".
La producción de harina, panadería, bollería y pastelería, pastas alimenticias, producción de malta y cerveza y producción de bebidas espirituosas, y también la de piensos compuestos, son los sectores más afectados por la reducción de cereales procedentes de Rusia y Ucrania, con las implicaciones que esto puede tener en todo el sector ganadero, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, filial de Cesce.
Rusia y Ucrania cuentan con una importante producción de trigo, maíz y cebada y los cereales constituyen la cuarta partida más relevante en las importaciones españolas de estos dos países y el 17% sobre el total nacional de importaciones de cereales. De Ucrania también llegan aceites y grasas vegetales por valor de 450 millones de euros.
Los efectos de la guerra, según el análisis, pueden llegar a ser relevantes en los principales sectores de actividad de la economía española a pesar de la limitada importancia de las relaciones comerciales de España con Rusia y Ucrania, que suponen el 2,2% de las importaciones y el 1% de las exportaciones.
"Las sanciones impuestas a Rusia por diferentes países están reforzando las tensiones en los precios de determinados productos y materias primas, tras unos meses de subidas significativas, penalizando en gran medida los resultados de las empresas en numerosos sectores", ha explicado el director del Observatorio Sectorial DBK de Informa, Juan Ortín.