Un inmueble en Orihuela, Alicante; un apartamento en Nerja, en Málaga; y parte de dos naves en Manilva, también en Málaga. Es el patrimonio inmobiliario de los Hardy en España, al menos que se conozca y que suma casi un millón de euros. Leonard y Elisabeth Hardy son de Belfast, en Irlanda, están casados, y juntos formaron parte del IRA, aunque los dos acabaron siendo juzgados en la Audiencia Nacional española, que les condenó a dos años de cárcel por blanqueo de capitales procedente del contrabando de tabaco. Este miércoles ambos han sido absueltos por el Supremo, que ha anulado la sentencia.
El abogado de Elisabeth, Luis Casaubon, ha hablado con NIUS y ha asegurado que tanto él como su cliente están "excepcionalmente contentos", porque "conseguir que el Supremo revoque una sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional no es nada fácil".
En la misma línea, Gonzalo Boye, el autor del recurso ante el Supremo en nombre de Leonard, que asegura que está muy satisfecho porque "ha costado mucho".
A estas horas, los Hardy ya saben que el Supremo ha considerado que la Audiencia Nacional vulneró su presunción de inocencia y que no tendrán que cumplir los dos años a los que habían sido condenados cada uno: "La señora Ferrer García ha puesto negro sobre blanco cómo se ha de entender la presunción de inocencia", señala el letrado de los Hardy.
Los vínculos de esta pareja con España son intensos, no viven aquí, pero siempre andan entre España e Irlanda, cuentan a NIUS desde su entorno.
La de la Audiencia Nacional no fue la primera causa judicial de esta pareja. Ambos habían sido condenados por colocar una bomba en una base militar británica en Celle, en Alemania, en 1989. El atentado no tuvo víctimas, pero la Justicia Alemana dio por acreditado que intentaban matar "a tantos soldados británicos como fuera posible". Ella fue detenida primero junto a otros tres miembros del comando. El arresto de Leonard se produjo en España, ya en 2005, cuando estaba de vacaciones con su familia. Ambos fueron condenados a seis meses de cárcel.
Una vez fuera, siguieron manteniendo el nexo con España, yendo y viniendo, y según la Audiencia Nacional, ganando dinero con el contrabando internacional de tabaco que después utilizaron para invertir en propiedades inmobiliarias en la Costa.
Leonard Hardy volvió a ser detenido en 2012 en Londres, como presunto miembro de una red de contrabando. Entre las pruebas que había en su contra, una grabación que le hizo la policía colocando un dispositivo oculto en el coche de uno de los acusados. La justicia británica consideró esa prueba ilícita, y en las cuestiones previas del juicio, se anuló. El caso quedó como cosa juzgada.
Pero... ahí no terminaron los problemas con la justicia de esta pareja. En 2014, nueva detención. Leonard fue arrestado de nuevo en España, en Lanzarote, pero esta vez por blanqueo de capitales procedente de los beneficios del contrabando de tabaco.
Ella también fue detenida, pero puesta en libertad. Leonard si pasó un mes y medio en prisión preventiva tras el arresto, aunque después quedó en libertad provisional tras pagar una fianza de 250.000 euros.
Con el testimonio de dos policías británicos y un agente de aduanas, de apellido Barret, la Audiencia los condenó a dos años de prisión. Consideró que esos testimonios y la falta de ingresos del matrimonio demostraban que los 980.000 euros invertidos en sus propiedades en la costa andaluza, provenían de sus delitos de tráfico.
El Supremo ha dicho que no es suficiente la sospecha la policía británica de que el dinero salió de ahí, máxime cuando las pruebas no fueron válidas en el país que los llevó a juicio por contrabando.
A día de hoy, los Hardy han cumplido por su atentado del IRA en Alemania; su juicio por contrabando quedó en nada en Gran Bretaña; y ahora salen absueltos por el blanqueo de capitales en España.
Como la sentencia de la Audiencia Nacional, de dos años de cárcel, estaba pendiente de la confirmación del Supremo, ninguno entró en prisión tras el juicio. Ahora ya no tendrán que hacerlo, podrán seguir con sus vínculos en España.