Corinna zu Sayn-Wittgenstein, más conocida como Corinna Larsen, ha conseguido que el Tribunal Superior de Justicia de Reino Unido retire a Juan Carlos I la inmunidad legal y pueda ser juzgado en un tribunal británico tras su querella presentada por acoso extremo y vigilancia ilegal contra el Rey Emérito.
El tribunal celebrará una audiencia el 29 de marzo, tal y como ha comunicado la institución. No ha aportado más detalles acerca de la nueva vista. Esta será la tercera audiencia del procedimiento. Las otras dos se celebraron los días 6 y 7 de diciembre de 2021.
Desde ahora, Juan Carlos I, como reclamaba su excompañera sentimental, podrá ser juzgado en el Reino Unido por uno de los delitos cometidos tras su abdicación en junio de 2014 como cualquier otro ciudadano, según 'OK Diario'.
El magistrado Matthew Nicklin ha estimado que Juan Carlos I ha perdido los beneficios constitucionales de inviolabilidad que ha tenido durante su etapa como monarca y como jefe del Estado de España.
El abogado del Rey Emérito, Daniel Bethelehem, ha defendido durante la vista oral en el Tribunal Superior de Londres que su cliente conservaba su inmunidad en dos aspectos: su condición de "soberano," por su título de Rey Emérito, y su membresía de la Casa Real de Felipe VI, junto a la Reina Letizia, las infantas y Doña Sofía.
Por su parte, el abogado de Corinna, James Lewis, ha defendido en la vista oral que Juan Carlos I perdió sus privilegios de inmunidad tras su abdicación en junio de 2014 y su retirada de la vida pública cinco años después. El único monarca que conserva inmunidad ante los tribunales británicos sería Felipe VI.
La querella de Corinna acusa a Juan Carlos I de un acoso intensivo y someterla a una opresión y vigilancia mediante funcionarios de los servicios secretos españoles (como presiones del general Félix Sanz Roldán, director del CNI).
Tras la ruptura sentimental y, sobre todo, tras el accidente del Rey Emérito en Botsuana (África) en 2012, comenzaron los seguimientos y las amenazas, según ha destacado la empresaria de Fráncfort de 58 años.
En un escrito afirmó que el demandado había utilizado "a los agentes del Estado español y mercenarios para intimidarla a ella y sus hijos, influir negativamente en sus ex maridos, su hija, su hijo y muchos de sus amigos alegando que la demandante le había robado y no era de fiar".
Corinna asegura que Juan Carlos I la difamó ante clientes y socios comerciales y que suministró información falsa a los medios de comunicación sobre haber robado o haber abierto cuentas falsas para recibir comisiones, además de calificarla como una amenaza para la seguridad nacional de España. La princesa alemana denuncia la difusión falsa de que "intentaba chantajear a la Familia Real".