Manifestaciones pacíficas por la tarde, que se transforman en escenarios de violencia conforme avanza la noche. Las calles se llenan de barricadas y de grupos perfectamente equipados: el “uniforme” es fundamental, ropa oscura con capucha, pañuelo en la cara y mochila con todos los materiales necesarios para hacer daño. Tirachinas, bates con espinas, rodamientos, bolas de acero… La mayoría son jóvenes independentistas catalanes.
Alrededor de 500 radicales son los responsables de los disturbios provocados estos días en las calles de Cataluña. La gran mayoría, el 83%, son gente joven que ha crecido con el 1-O y el ‘procés’. Además, el 16%, 31 de los 194 detenidos hasta el domingo, no tiene la mayoría de edad.
No hay un perfil único, pero sí está claro que los radicales están apoyados por otros movimientos similares europeos. Antisistemas, anticapitalistas, antifascistas o anarquistas con mucha experiencia en altercados violentos procedentes de Francia, Alemania, Italia o Grecia. Representan un 13% de los detenidos, 25 personas. Extremistas que utilizan la sentencia condenatoria a los políticos presos como excusa para generar el caos. Cualquier movimiento insurreccional tiene que aprovecharse. Al menos dos de estos extranjeros detenidos son extracomunitarios, a los que se les ha abierto un expediente para que ingresen en un Centro de Internamiento de Extranjeros. También forman parte de este grupo saqueadores que no tienen ninguna motivación política, y jóvenes de 16 años que solo buscan adrenalina.
Pese a que la policía considera que son grupos perfectamente organizados, que planean sus insurrecciones a través de grupos cerrados de Whatsapp o Telegram; cada vez destaca más la creencia de que la organización no es su principal ventaja, sino preparar un escenario violento para generar el caos. Los grupos cuentan con “jefes”, personas que crecieron con movimientos antisistema y que ahora conocen a la perfección los protocolos policiales y cómo ir incrementando el nivel de violencia para defender su movimiento. La independencia ha sido su motivación para seguir con su “lucha”.
Las protestas en las calles han ido tornando hacia otra defensa. Ya gran parte de las personas que participan no solo están desencantadas con el Gobierno Central, sino con el Govern también. Además, frivolizan la violencia, haciéndose selfies tras las barricadas. Sea el motivo que sea, la violencia ha provocado que haya 202 detenidos, de los cuales 28 siguen ingresados en prisión por desórdenes públicos, daños y atentado a agentes de la autoridad. Del total de los arrestados, 22 son mujeres.
En cuanto a los heridos, de momento la cifra se mantiene en 289, siendo el más grave el policía nacional al que le provocaron un traumatismo craneoencefálico. El Ministerio del Interior no descarta que pueda haber un repunte de la violencia el fin de semana.