El concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, ha defendido este miércoles que Rafael Casanova era un "gran españolazo" y ha acusado al independentismo de intentar apropiárselo.
Lo ha dicho tras asistir a la tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova con motivo de la Diada: ha ido a la ofrenda de la delegación institucional del Ayuntamiento, y después ha hecho una por su cuenta, pese a que el PP no participa en este acto. Bou se ha emocionado en el acto en el que ha reivindicado "que el nacionalismo no puede tener ni un día más secuestrada la figura de Rafael de Casanova. Y he venido aquí a rescatarla aunque sea con la palabra. Porque este hombre era quien era y dijo lo que dijo. Y dijo algo muy importante y en momentos muy difíciles". Boy ha recordado que cuando "estás rodeado de muertos en las murallas la gente dice las verdades. Y en la calle de Sant Antoni esquina Sant Antoni Abad hizo un escrito, y aquel escrito decía muchas cosas, pero lo más importante era... derramar su sangre por el Rey, que era Carlos III, por su honor, por la patria y por la libertad de todos los españoles". Bou ha recoerdado que Cataluña "nunca quiso separarse de España, nunca".
Bou ha considerado que "el nacionalismo no tiene perdón" por haber enfrentado a los catalanes. y ha apostado por "abrazar la catalanidad como la abrazo yo"
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha llamado este miércoles a los diputados a "tomar nota" de lo sucedido en Reino Unido con el Brexit, con la "polarización" y la "ruptura" de la sociedad británica, y les ha pedido que actúen "en consecuencia".
Durante su intervención en el pleno del Congreso, el Brexit le ha servido a Sánchez para advertir contra los referendos que obligan a elegir entre "alternativas absolutamente excluyentes" y también de las amenazas "que se ciernen sobre la democracia representativa cuando la política se limita a bloques antagónicos que niegan la pluralidad y los matices hasta hacer imposible el entendimiento" y remplazar la deliberación por el frentismo.
Sánchez, que poco antes ha urgido a "los principales actores de la oposición" a que "abandonen el bloqueo" y permitan que se forme un Ejecutivo "progresista", ha advertido de que ni siquiera las democracias más arraigadas como la británica "están a salvo de la banalización de la política a través de la polarización y de la ruptura", que conducen a un "callejón sin salida".
El jefe del Ejecutivo también ha utilizado el Brexit para avisar contra los referendos, alertando de que "en las sociedades modernas no hay ninguna pregunta que se pueda contestar con un sí o un no", porque el resultado es "un callejón sin salida" --aunque no ha mencionado expresamente al independentismo catalán--.
"Limitar la capacidad de elección a dos alternativas mutuamente excluyentes solo puede crear fractura social y territorial y debilitamiento institucional. Evitemos la tentación del conflicto fácil y lideremos con el ejemplo", ha dicho en parte de su intervención.
Tras insistir en que la salida británica es una decisión contraria a la dinámica de los tiempos y que su único legado es "añadir incertidumbre", ha incidido en que el Brexit "nace de la polarización y el debilitamiento de la democracia deliberativa".
Sus promotores, ha proseguido, "invocaron el mandato de un solo pueblo al que engañaron con mentiras" sobre la "factura" de pertenecer a la UE, sobre el efecto "idílico" de la salida y sobre la rapidez con que se podían negociar acuerdos comerciales con terceros países.
Eso, ha señalado Sánchez, lo hicieron conscientemente de que ofrecer una salida binaria "sin matices o sin ninguna posibilidad de explorar una tercera vía que limitase el sufrimiento o la incertidumbre conduce a la negación de los matices que son la esencia misma de la democracia".