Jéssica Albiach (Comunes): “La vía unilateral ha fracasado por mucho que quieran resucitarla en campaña”

Es la valenciana que lidera la escisión de Podemos en Cataluña. Jéssica Albiach (Valencia, 1979) se encuentra cómoda moviéndose entre dos aguas, denunciando los excesos de los grupos independentistas por un lado y los de los unionistas por el otro. Una neutralidad que ha llevado a En Comú Podem a recibir reproches por ambos frentes, algo que Albiach zanja: “Somos la única garantía de un Govern de izquierdas y en eso no hay ningún tipo de ambigüedad”.

La candidata de los comuns aspira a convertirse en la primera presidenta de la Generalitat ('Siempre hay una primera vez', tal y como reza su lema) recibe a NIUS en la misma sala en la que grabó un videoclip de rap compartido con Ada Colau como canción de campaña unos días antes. De hecho, la cercanía caracteriza a Albiach, que se escandaliza al saber que otros candidatos han rechazado ser entrevistados en persona y responderán a este medio por escrito: “¡¿Por qué?!”, ha espetado.

Tras manifestar su temor a no llegar a acuerdos y a que los catalanes envíen a los partidos a "hacer puñetas" ante una posible repetición electoral, esta periodista afianzada en la política desde 2014 y como resultado del 15-M atiende nuestras preguntas.

Pregunta: ¿Cuál es la primera decisión que tomaría si se hace con la presidencia de la Generalitat tras el 14 de febrero?

Jéssica Albiach (En Comú Podem): La situación es compleja y hay muchas prioridades, pero una de las primeras es desprivatizar la sanidad y elaborar un plan de retorno de batas blancas. En Cataluña tenemos un modelo que ha ido privatizando y recortando servicios y la pandemia lo ha puesto encima de la mesa: al final, lo que nos salva es lo público. Y faltan manos, por lo que necesitamos que vuelvan todos aquellos profesionales que se marcharon a otros países a trabajar porque las condiciones laborales eran mejores.

Pero, en paralelo, en Cataluña vemos cómo nos desangramos porque están cerrando empresas, que se van a otros países, y tenemos a personas de 55 años que pierden su puesto de trabajo y que será muy difícil reincorporarlas en condiciones decentes. Y estas industrias, para sobrevivir, tienen que hacer una transición ecológica necesaria, que no puede ser vista como una amenaza sino como una verdadera oportunidad para generar empleo estable.

P: Porque… ¿cuál es el principal problema en Cataluña?

R: Que llevamos una década perdida, con debates importantísimos que se han ido posponiendo. Nadie ha pensado que no podemos ser un país que se dedique solo al turismo y a la construcción, y nos hemos convertido en un país muy débil, sin resiliencia ante las adversidades. También hemos perdido una década en ciencia e innovación: me parece frustrante que estemos en manos de multinacionales para que nos vacunen o no, y a qué precio lo hacen, cuando ya teníamos talento de sobra para producir la vacuna aquí y lo hemos expulsado porque no ha habido una verdadera apuesta por la innovación y la ciencia al servicio de la vida. Y tampoco se han mantenido y blindado los servicios públicos, y lo vemos en las residencias, que parecen una fábrica fordista. Parece que nuestros abuelos y abuelas están aparcados y no tienen un trato personalizado en un espacio amable, y están absolutamente vendidos y son vulnerables frente al virus.

P: Y durante esta década, se ha acentuado un conflicto político…

R: Y hay que solucionarlo, a través de la vía del diálogo, sí o sí. Lo que ha pasado hasta ahora ha sido el fracaso de la política y por eso necesitamos un Govern que crea en el diálogo. Ya estamos en una parte de la mesa del diálogo desde el Gobierno central, pero necesitamos que haya en el Govern de la Generalitat un partido como el nuestro, que cree en el diálogo como la única manera de desencallar la situación.

P: A partir de la noche del 14-F, habrá que pactar. ¿Tienen ustedes una línea roja?

R: He sido muy clara con los pactos y es el momento de que el resto de formaciones políticas también lo sean. Mi línea roja: la derecha, tanto la derecha independentista de Junts per Catalunya como la españolista de Ciutadans y del PP. Por tanto, ERC, PSC y nosotras tendremos que ponernos de acuerdo. Sabemos que no tendremos gobiernos de partido único, no existirán mayorías absolutas y tendremos que ponernos de acuerdo. La única alternativa al desgobierno de JxCat y ERC pasa por un gobierno transversal, amplio, de izquierdas, que de una verdadera salida progresista a esta múltiple crisis. Igual que estamos haciendo en el Gobierno central.

P: Cuando habla de izquierdas, no ha mencionado a la CUP…

R: Porque se acuestan un día diciendo blanco y al siguiente diciendo negro. Están bastante más cerca de JxCat que lo que podemos estar nosotras. El otro día recordé al Sr. Riera, el número dos de su lista, que habían investido a dos presidents, (los dos últimos, de hecho) y no hemos visto ninguna política social por parte del Govern. Coincidimos en algunos temas económicos y sociales, pero vemos cómo en el tema nacional están más cerca de Junts.

P: ...y tampoco menciona a Vox cuando mira a las derechas.

R: Es que de Vox, ni hablar. Los partidos nos hemos conjurado para no darles ningún tipo de bola a esta extrema derecha que, además, no han condenado el franquismo. Con Vox, no vamos ni a la vuelta de la esquina, a la extrema derecha no hay que darle ni agua.

P: Le pongo dos escenarios: un Govern con ERC o uno con el PSC, exportando el modelo Socialistas - Podemos del Gobierno central.

R: Yo creo que no hay que elegir. Gobernamos en el Estado con el partido socialista pero hemos contado con el apoyo de ERC en los acuerdos que hemos conseguido, como la investidura de Pedro Sánchez o la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, los más expansivos que hemos tenido nunca. Es una alianza que se puede reproducir también en Cataluña y la fórmula puede ser otra tranquilamente, pero para saber cuál será la forma, habrá que ver qué dice la gente en las urnas: en función de los resultados, habrá que ver qué Govern conformamos. Pero es importante que este sea de izquierdas y ¿por qué conformarnos con un gobierno en minoría, con todos los retos y dificultades del momento, cuando podemos contar con uno fuerte y progresista? Y aquí no es importante solo el quién, sino que podamos llevar a cabo políticas en favor de la ciudadanía.

Eso sí, me han saltado las alarmas cuando el partido socialista propuso que el Sr. Maurici Lucena sea vicepresidente económico y, quienes lo conocemos, sabemos que es el ala neoliberal del partido socialista; sería una especie de Calviño catalán. Yo creo que podemos encontrar perfiles más afines a las necesidades que tiene el país.

P: Ustedes reciben críticas del resto de grupos por ambivalentes. Referéndum sí, pero no aclaran si quieren la independencia. La amnistía de los presos del 'procés' también, pero se abstuvieron cuando el Parlament la reclamó. ¿Les perjudica moverse en este escenario de ambigüedad?

R: El voto a En Comú Podem es un voto seguro para un gobierno de izquierdas, y aquí no hay ningún tipo de ambigüedad. ¿Cuál es la papeleta de ECP? La de la Cataluña fraterna, progresista y republicana. Y nuestra propuesta de modelo de estado es una república plurinacional, y aquí tampoco hay ambigüedad.

Consideramos que el referéndum es una buena herramienta y lo llevamos en el programa, pero con la actual correlación de fuerzas no saldría adelante ahora mismo. Por tanto, ¿nos vamos a quedar de brazos cruzados hasta que llegue el momento o vamos a ir solucionando los problemas que tenemos? La mesa del diálogo es una oportunidad de que salga un acuerdo que pueda ser votado por los catalanes y las catalanas.

Y en cuanto a la amnistía, si queremos que haya un diálogo entre Cataluña y España, este se tiene que dar con los dirigentes independentistas en libertad. Cuáles son las vías más rápidas? El indulto y la reforma del Código Penal para reformar el delito de sedición y ponerlo al nivel de códigos penales de otros países europeos. Y lo que no haré es poner a competir las distintas vías. Ahora estamos en condiciones de tirar adelante los indultos y la reforma del Código Penal, por tanto, ¡vayamos andando! Hay que ser realistas y lo que tenemos que hacer mientras tanto es ir resolviendo problemas.

P: También hay quien cree que podrían hacer más en el Gobierno central...

R: Yo quiero ser muy sincera: tenemos cinco ministros y ministras frente a los 17 del partido socialista, y 35 escaños frente a los 120 suyos. Tenemos la fuerza que tenemos y, por eso, insisto: todos aquellos y aquellas que nos dicen 'queremos que vayáis más lejos', yo les digo 'muy bien, danos tu voto, confía en nosotros'. Pero si somos la fuerza pequeña de un gobierno de coalición, no tenemos el suficiente empuje para llevar a cabo las políticas que creemos que son las mejores.

Aun así, déu n’hi do! Hemos conseguido muchísimo: hemos creado un escudo social para hacer frente a la pandemia y a la crisis económica y social que nada tiene que ver con el de 2008, y todo el mundo sabe que si nosotras no estuviéramos en el Gobierno, seguramente ya nos habrían recortado las pensiones tras la polémica con el ministro Escrivá.

P: Algunos analistas coinciden en que estas son las primeras elecciones desde hace años en que la clave no es el debate independentista. ¿Estos comicios ya no van de quién alcanza el 50% de los votos?

R: Tenemos un conflicto que desencallar y eso no desaparece, pero en estas elecciones han resurgido debates que llevábamos posponiendo desde hace años. Ahora sí hablamos de propuestas económicas, del sistema del bienestar, de la lucha climática, de feminismo… no tanto como nos gustaría, pero sí que están emergiendo otros temas. Después de haber perdido una década, estas políticas han emergido con tanta fuerza que han evidenciado esta dejadez de funciones por decirlo de alguna manera. Uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza en Cataluña y eso no lo puede tapar ninguna bandera.

P: Entonces, ¿los catalanes han pasado del 'procés'?

R: Yo desvincularía el conflicto nacional con el 'procés'. Estamos en un momento 'posprocés', es evidente que la vía unilateral ha fracasado por mucho que algunos quieran resucitarla ahora en campaña electoral, pero la unidad del bloque independentista está absolutamente fracturada, el Govern ha fracasado. Pero aquel calendario con los 18 meses en los que se iba a declarar la independencia y se iba a hacer efectiva… todo esto se ha demostrado que no ha sido así.

P: ¿Cuál es su principal motivación para entrar en el Govern?

R: Si ECP no está en el Govern, no habrá un Govern de izquierdas. ¿Por qué lo digo? ERC dice ser de izquierdas y yo no soy quién para cuestionarlo, pero cuando gobierna con Junts, no hace políticas de izquierdas. De hecho, me parece curioso cuando afirma que, por ejemplo, hará una consellería de feminismo cuando gobierne. ¡Carai, si llevas cinco años en el Gobierno y no la has echado a andar! Y si miramos al partido socialista y revisamos cuál era la propuesta de Presupuestos con Ciudadanos, estos estaban muy lejos de los que hemos aprobado con Unidas Podemos y En Comú Podem. Tenemos clarísimo que somos la garantía de políticas de izquierdas.

P: Todos los partidos dicen que el suyo es el voto útil. ¿El vuestro también lo es?

R: (Ríe) Se ha convertido en una frase hecha, en un mantra, pero yo te digo para qué sirve el voto útil de En Comú Podem: para tener un Govern de izquierdas, igual que hacemos en el Gobierno central, en el Ayuntamiento de Barcelona y otros donde gobernamos. Y luego habrá que rendir cuentas para ver si estamos cumpliéndolo: ¿estamos cumpliendo el acuerdo de coalición en el Gobierno? Sí, llevamos un año y estamos avanzando en muchos temas, pero sin triunfalismos, con humildad, porque atravesamos una pandemia. Pero si miramos el balance de legislatura de ERC y Junts, es que ¡no han cumplido ni una tercera parte de lo que propusieron!

P: ¿Hay que subir los impuestos en Cataluña?

R: Los subimos en la última negociación de los Presupuestos de Cataluña. Tras estar en prórroga desde 2017, con una presión fiscal muy alta en clases medias pero que no obligaba a contribuir prácticamente a las personas que ganaban más de 200.000 euros o tenían herencias de hasta un millón de euros, negociamos una reforma fiscal para que hubiese equidad y justicia. Hay que contribuir en el mantenimiento del sistema del bienestar en función de nuestras capacidades.

P: Entonces, ¿hay que subirlos más a quien tiene o gana más dinero?

R: Nuestra prioridad no sería seguir subiendo los impuestos, sino hacer un gasto eficiente de los mismos para mantener aquellos pilares básicos que la gente necesita.

P: ¿Qué inversión necesita Cataluña?

R: Más que inversión, está claro que Cataluña necesita una reforma del sistema de financiación, como otros territorios. Hay una fuerte aportación de recursos por parte de Cataluña al resto de territorios, pero en cambio a la hora de recibir no hay una equiparación justa. Tenemos que garantizar este equilibrio para que nadie se sienta agraviado y, al mismo tiempo, garantizar que todos los españoles y españolas tienen unos servicios básicos cubiertos. Y trabajamos con compañeras del País Valencià y de las Islas Baleares para ver qué propuesta llevamos a negociar al Gobierno Central.

P: ¿Es Carles Puigdemont un exiliado político?

R: Yo creo que lo es, sí. Pablo Iglesias ya lo explicó muy bien: no en los mismos términos, obviamente, en los que lo hicieron nuestros abuelos, pero yo creo que sí.

P: ¿Por qué?

R: Porque si estuviese aquí, estaría en la cárcel en base a una sentencia injusta. El Tribunal Supremo retorció hasta el infinito su interpretación del tipo penal para, más que aplicar justicia, aplicar venganza con ánimo aleccionador. Por eso es importante que pongamos nuestro Código Penal en los estándares del resto de países europeos, porque en ellos no tendría que estar fuera del país para no estar en la cárcel. Es tan sencillo como eso.

P: ¿Cómo ve Cataluña en 20 años?

R: Pues mira, la veo bien. Quiero creer que estará bien. Tendremos un conflicto político resuelto en base a un acuerdo votado por catalanes y catalanas porque hay una voluntad mayoritaria de querer votar, y habrá una industria con una transición ecológica justa y social que no deja a nadie fuera. También apostaremos fuertemente por la ciencia y la innovación y tendremos los pilares del sistema del bienestar 100% públicos y garantizados.

P: ¿Cómo describiría al candidato del PSC, Salvador Illa?

R: Uau (ríe, mientras se reincorpora en la silla)... Yo estoy esperando aún que nos diga qué de diferente tiene de Iceta.

P: ¿Y al de ERC, Pere Aragonès?

R: Dame un minuto… Más que describirlo, yo le pido valentía.

P: Laura Borràs, de JxCat…

R: Yo la quiero fuera del Govern.

P: ¿Y Carlos Carrizosa, de Ciutadans?

R: Parte del problema

P: El candidato del PP, Alejandro Fernández…

R: Parte del problema y canta bien. Se puso a cantar una vez en el pleno del Parlament, no recuerdo qué cantaba, una copla o un paso doble, no sé, algo así muy castizo (entre carcajadas).

P: ¿Y cómo define a Dolors Sabater, de la CUP?

R: No sé muy bien qué piensa.

P: Àngels Chacón, del PDeCat…

R: Rigurosa, pero de derechas.

P: E Ignacio Garriga, candidato de Vox.

R: Innombrable.

P: ¿Cómo cree que la ven el resto de candidatos?

R: Pues no lo sé, pero sí cómo me gustaría que me vieran. Como una persona dialogante con la que podemos llegar a acuerdos por el bien de la gente.

P: ¿Cuál ha sido el mejor president de Cataluña?

R: Pasqual Maragall. Supo estar a la altura del momento, rompió con la hegemonía convergente que arrastrábamos tanto tiempo y fue capaz de lograr que distintas formaciones políticas se pusieran de acuerdo. E impulsó medidas interesantes como la ley de barrios, que organizó, saneó e hizo llegar el transporte público a los barrios más desfavorecidos. Ahora la estamos recuperando y actualizando al siglo XXI profundizando en la eficiencia energética y fomentando los huertos urbanos y las zonas verdes urbanas. E incluimos un problema que en su momento no existía pero ahora sí, como la falta de equidad territorial y la falta de servicios en la Cataluña vaciada.

P: ¿Va en transporte público?

R: Sí, ahora en campaña no, porque por falta de tiempo me llevan y me traen de un sitio a otro, pero cuando me muevo por Barcelona voy en transporte público o en bici. De hecho, tengo el carnet del Bicing.

P: ¿Tiene hipoteca?

R: Sí, en un piso de Valencia. Mi padre falleció hace unos años, tuve que vender el piso que me dejó porque el edificio se caía y compre otro que estoy pagando.

P: ¿Y en Barcelona?

R: Aquí estoy de alquiler. Compartía piso desde que llegué y hasta hace cuatro o cinco meses, cuando las circunstancias vitales de mis compañeros de piso cambiaron. Y ahora, vivo sola y de alquiler.

P: ¿Cuál es su expresión catalana preferida?

R: De mica en mica s’omple la pica. A mi no me gustan los 'sprints', los maratones. Hay que ir demostrando en la vida por qué estamos aquí y al servicio de quién.

P: ¿Y en castellano?

R: Quien se pica, ajos come. (Ríe) Vemos cómo, sobre todo en campaña, hay mucha sensibilidad a flor de piel. Hay que tomarse las cosas con deportividad.

P: Una película…

R: Blade Runner. Es un clásico, la sigo viendo y me sigue gustando e interesando. Te podría decir muchas, pero mira, hoy me has pillado así (entre carcajadas).

P: ¿Y un equipo de fútbol?

R: Soy poco futbolera, pero el Barça.

P: Y para acabar, elija un emoticono que defina Cataluña.

R: A mí me gusta ese que tiene las estrellitas en los ojos. Me parece gracioso, creo que demuestra alegría por un lado pero sin demasiado triunfalismo, pero es suficientemente cachondo y gracioso, y sirve para distintas situaciones.