Este sábado ha finalizado el Congreso del PP de Madrid en el que Isabel Díaz Ayuso ha sido elegida nueva líder de la formación en la comunidad. La mandataria autonómica ha clausurado el cónclave junto al líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, con mutuas muestras de apoyo y una imagen de unidad con la que han escenificado el inicio de una nueva etapa.
Un renovado Partido Popular para caminar juntos y con un objetivo común, ganar las elecciones con mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y llevar a Feijóo a la Presidencia del Gobierno. Y si no lo logra, ha dicho el gallego, tendrá que retirarse y dejar paso a otros compañeros porque él quiere un PP "con hambre de ganar, que se preocupe de los problemas de la gente y no de los internos y que mire al futuro y no al pasado". Y es que quien mira al pasado, ha subrayado, pierde.
Feijóo ha reivindicado a Ayuso como presidenta del PP en Madrid por sus buenos resultados electorales y ha alabado su figura. La madrileña, visiblemente emocionada, ha apuntado que está viviendo el "momento político más importante" de su vida y que tiene su corazón y su cabeza en la región.
Ayuso, que clausura con un 99,12% de apoyos su anhelado Congreso y sella la paz en el PP, ha criticado duramente al Ejecutivo de Pedro Sánchez y en especial a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y sus leyes feministas.
Un encuentro sin invitación para Pablo Casado, condenado al ostracismo y quien sigue sin aparecer en los vídeos promocionales de la formación. "Nos hemos preocupado demasiado por las cuestiones internas y, por lo tanto, yo no pienso dedicarle un segundo", ha resaltado Feijóo.
El nuevo tándem, con discursos diferentes, se ha centrado en acusar a Sánchez de tener un Gobierno débil y dividido. "No sabe hacer frente a las crisis", ha reprochado Feijóo, mientras que Ayuso ha añadido que "es el más autoritario y menos leal a los españoles".
La batalla de la bandera ideológica queda en manos de Ayuso, quien irónicamente ha manifestado que "los secuestros y los asesinatos de los dirigentes de Bildu son chiquilladas del pasado". También ha arremetido, sin mencionarla, contra Irene Montero: "Su forma de ver la vida propia de malcriadas que aspiran a llegar solas y borrachas, desprovistas de responsabilidades ni siquiera ante sus peores decisiones".
Una intervención dura en la que sólo se ha roto al mencionar a su familia, cuando, aguantando las lágrimas, ha agregado que "poco puedo decir más que pedirles disculpas y dar las gracias". Ayuso ha sentenciado que "querer a Madrid es mi pasión eterna y no quiero servir a otra bandera".