Encuentran pruebas del crimen en los registros en la vivienda y el coche del asesino machista de Tenerife
Se ha negado a colaborar pero le llevan a la vivienda en la que se refugió tras cometer los crímenes. Porque buscaban la ropa que llevaba, manchada de sangre tras golpear a su mujer y a su hijo brutalmente. Thomas se cambió de ropa y se dedicó a beber como si nada. Los vecinos le vieron salir con las botellas en la mano. Cuando llegó la guardia civil a detenerlo estaba dormido. Le despertaron y dijo que su familia se había quedado paseando y no sabía nada de ellos. No preguntó por su hijo pequeño que se había salvado y gracias al niño lo habían encontrado. Pero él eso no lo sabía. Desde entonces no ha colaborado y se ha negado a declarar. Los investigadores llegaron a él tras sus pasos, gracias a este coche de alquiler que también han inspeccionado para encontrar restos de sangre de los crímenes. Lo alquiló la misma semana porque hasta entonces se movía con una moto. Thomas había visitado el lugar que había elegido para su macabro plan, según los investigadores. Una zona recóndita y agreste. Engañó a su familia con el pretexto de enseñarles la cueva en una galería muy profunda, donde los asesinó y abandonó los cuerpos, escondidos bajo piedras. El pequeño de 5 años huyó y corrió hasta que fue rescatado. Su padre asegura que les prometió unos huevos de Pascua. Llevaban ya tiempo separados pero a los niños no se lo habían comunicado. Vivían separados, la madre en Alemania con sus dos hijos y el padre en Tenerife, y por eso ella había viajado a España para que los niños vieran al padre.