El volcán de La Palma, que este domingo cumple una semana desde su erupción, mantiene activos al menos cuatro centros emisores y la lava fluye en dos coladas, si bien el magma ha reducido su velocidad.
En una imagen de satélite obtenida por uno de los satélites de observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus Sentinel-2, se puede apreciar la magnitud del desastre natural que se está viviendo en la isla, con las coladas de lava avanzando hacia el mar.
Los dos centros emisores surgidos el viernes se fusionaron en uno y la rotura parcial del cono del volcán causó una colada con mayor fluidez y se estudia si la nueva boca abierta durante la mañana del sábado es una de las antiguas por las que ha vuelto a emerger lava.
Se mantiene en rojo el semáforo volcánico y el nivel 2 de la situación del Plan Especial de Protección civil y atención de emergencias por riesgo volcánico de Canarias (Pevolca).
Según las estimaciones del programa de satélites, desde el inicio de la erupción del volcán de Cumbre Vieja el pasado domingo hay 212 hectáreas cubiertas por la lava y 461 edificaciones destruidas, a fecha 25 de septiembre a las 06:50 UTC.
Este domingo se reúne de nuevo el Pevolca y va a evaluar la posibilidad de que las últimas personas desalojadas en la tarde del viernes de Tajuya, Tacande de Abajo y Tacande de Arriba puedan regresar a sus casas.
La sismicidad continúa en bajos niveles, aunque no se descarta que pudieran producirse movimientos sísmicos que alcancen magnitud 4, superiores a los registrados en las últimas horas, el mayor de magnitud 2.7.
Los valores medidos por la red de vigilancia de calidad del aire, refleja que es buena.
El aeropuerto de La Palma sigue inoperativo debido a la acumulación de ceniza en la pista y en la plataforma.