El aplauso de las ocho de la tarde se ha convertido en un punto fijo dentro de la agenda de muchos hogares españoles. Una forma de agradecer a todos los que están cuidando de la sociedad su labor impagable estos días. Pero en muchas ocasiones, son ellos quienes agradecen que nos quedemos en casa.
Como han hecho en Santiago de Compostela, donde al son de una discoteca móvil los voluntarios bailaban delante de los balcones que aplaudían emocionados. "Esto es un himno para agradecer lo bien que lo estáis haciendo", comentaba uno de ellos a través de un altavoz, mientras sus compañeros bailaban. En Ajalvir (Madrid), sus compañeros han preferido poner música infantil a todo volumen desde la ambulancia e improvisar un divertido desfile.
Pero los voluntarios gallegos no se han quedado ahí, han felicitado al son de las gaitas los cumpleaños de María Preciosa y Lola, dos vecinas de uno de los vecindarios de la ciudad. Y es que los cumpleaños también se están volviendo una especialidad estos días de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Hace poco veíamos a un policía nacional dándole un regalo a una anciana, pues hoy se han acercado para felicitar a Rosa por sus 100 años.
"Estoy desbordada. Me voy a volver más famosa que Curruca", afirmaba entre risas la anciana. Y es que no solo han felicitado estos días a los más mayores. Hugo se llevó la sorpresa de su vida al ver a las patrullas de la Policía Nacional en la puerta de casa de su tía. Las habían enviado sus padres desde el hospital, donde llevan días trabajando.