El coronavirus está provocando desgarradoras historias de gente que pierde a sus seres queridos en soledad, sin poder despedirse. Los datos de contagios en España siguen siendo escalofriantes y detrás de cada uno de ellos hay una historia. Afortunadamente, algunas tienen un final feliz y sacan a la luz el lado más solidario de las personas.
Es el caso de las hijas de Conchita, una mujer de 64 años, que sigue intubada en su habitación del hospital de Málaga y la que no han querido dejar sola en ningún momento. Como las restricciones de la pandemia no les permiten estar con ella en la habitación, estas hijas le envían todo su cariño, día a día, desde el exterior del centro, por la ventana.
"Vamos a venir todos los días, hasta que te vengas con nosotros", aseguran. Sus besos y su cariño, aunque sea a unos pocos metros, son un soplo de aliento para su madre, que sigue luchando contra el virus.
Efectivos de la Policía Local de Málaga han detenido a un individuo de nacionalidad española y 47 años, como presunto autor de un delito de desobediencia grave, atentado y resistencia a agentes de la autoridad; después de que se encarara, gritara y echara el aliento a una anciana que se había quedado mirándolo porque no llevaba puesta la mascarilla.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.00 horas de este pasado martes, 2 de febrero, en pleno centro de Málaga, en concreto en calle Granada, por la que iba el individuo junto a su hijo de once años y dos mujeres, una de las cuales sí llevaba mascarilla.
Una mujer de avanzada edad se quedó mirándolos mientras caminaba en dirección opuesta, a lo que el individuo respondió acercándose a ella, colocando su cara a escasos centímetros de la suya y comenzando a gritarle salivando y echándole el aliento, todo ello con el agravante de que aún llevaba a su hijo de la mano, según ha informado la Policía Local en un comunicado.
Sin embargo, el individuo no se percató de que había dos policías locales que se encontraban cerca de los hechos, concretamente en la plaza del Siglo, prestando servicio de paisano, los cuales se dieron cuenta claramente de los hechos y se acercaron con rapidez hacia el individuo y sus acompañantes, identificándose como policías locales exhibiendo sus placas emblemas y carnés profesionales y solicitándoles que se pusieran la mascarilla obligatoria.
El individuo, en tono despectivo y desafiante, no solo se negó reiteradamente a ponerse la mascarilla sino que se guardó en el bolsillo del pantalón la que portaba en la mano, llegando a dirigirse soezmente a los agentes de la Policía Local.
También se negó a entregar a los agentes el DNI, poniéndose cada vez más agresivo y propinándole, en un momento dado, un golpe en el brazo a uno de los agentes. Finalmente, fue reducido a pesar de oponer una fuerte resistencia a la acción policial, llegado a causar lesiones leves a ambos funcionarios, que precisaron de asistencia médica, y a dañar la vestimenta de uno de ellos.
Ante los hechos, los policías locales procedieron a la detención del individuo y a su traslado a dependencias policiales, siendo, posteriormente, puesto a disposición judicial. En cuanto a su hijo menor, se quedó a cargo de su madre, expareja del individuo. Al arrestado le constan hasta 13 detenciones previas por diversos hechos delictivos tales como violencia de género, robo o lesiones.