Desde este jueves, 60.000 alumnos en Granada no tendrán clases presenciales por el coronavirus
Se suspenden las clases universitarias presenciales hasta el 24 de octubre
Profesores y alumnos, en contra: "Podemos ir al bar pero no a clase"
La Junta de Andalucía ha publicado este miércoles un boletín oficial (BOJA) extraordinario con la orden de 14 de octubre de 2020 por la que se adoptan medidas "específicas, temporales y excepcionales", por razón de salud pública, para la contención de la pandemia de covid-19 en los centros docentes universitarios y en los colegios mayores y residencias universitarias de la localidad de Granada.
Por ello, desde este jueves, las medidas específicas "preventivas, temporales y de carácter excepcional", serán de aplicación durante un periodo de diez días naturales, es decir, hasta el próximo sábado 24 de octubre.
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Una orden que afecta a sesenta mil alumnos. Los jóvenes suponen ya el 80 por ciento de todos los positivos de Granada.
Dichas medidas se concretan en la suspensión de la impartición de clases presenciales en los títulos de Grado, Máster Universitario, Títulos Propios y Formación Permanente, que serán sustituidas, en su caso, por clases 'online' en el horario establecido.
Las pruebas evaluativas de carácter presencial programadas durante el periodo en el que estará en vigor la mencionada orden serán pospuestas siguiendo las instrucciones recibidas, si bien se mantiene la presencialidad de las prácticas experimentales y de laboratorio, las asignaturas de Practicum o Prácticas Externas, las prácticas de campo, las prácticas clínicas en centros del Sistema Sanitario Público Andaluz y, en general, todas aquellas prácticas consideradas insustituibles y no prorrogables.
Se mantienen las tutorías y la atención al estudiantado, que se realizarán por medios telemáticos en el horario establecido para ello, así como los actos institucionales y académicos --lectura de tesis doctorales, concursos de acceso a cuerpos docentes, defensa de TFG/TFM, etcétera-- programados para el periodo durante el que estará en vigor la mencionada orden.
Por su parte, los afectados, tanto profesores como alumnos, no creen que el problema esté en la universidad, y se quejan de poder acudir a los bares y no a las aulas. Unas medidas muy polémicas que no defienden, ya que además, no se ha producido ningún brote en las aulas, sino solo casos aislados.