La Policía Nacional y los cuerpos policiales de Alemania, Colombia, Croacia, Serbia y Eslovenia han desarticulado la mayor red de distribución de cocaína de Europa, el denominado cartel de los Balcanes, en una operación en la que han sido detenidas 61 personas tras tres años de investigaciones.
El comisario Antonio Martínez Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Unidad de lucha contra las Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) junto con responsables policiales de Croacia, Eslovenia, Serbia y Europol han dado detalles de este relevante golpe policial en la operación Musala.
Más de cuatro toneladas de cocaína incautadas intervenidos son algunos de los resultados del operativo contra este cartel de narcotraficantes, integrado fundamentalmente por ciudadanos de Serbia, Croacia y Montenegro, algunos de ellos muy violentos pues eran paramilitares. Para el comisario Duarte, la operación Musala ha supuesto un ataque "frontal" a un cartel muy complejo y con mucha capacidad económica para traficar con cocaína y posterior lavar las ganancias en la compra venta de inmuebles y en jugadores de fútbol desde Colombia o Dubai.
De los 61 arrestos, 13 se han practicado en España, entre ellos el de un ciudadano montenegrino en Málaga y que ocupaba dentro de la organización el liderazgo de la logística de la entrada de droga desde Sudamérica a España para posteriormente distribuirla en Europa. El resto de detenciones se han realizado en Madrid, Tarragona, Gerona y Valencia.
La investigación en España se inicia en 2018 con el asalto de un velero en alta mar en el Océano Atlántico con droga. Se detiene dos ciudadanos croatas y un estadounidense y se intervienen 1,4 toneladas de cocaína. A partir de ahí, los investigadores van tirando del hilo hasta sospechar que detrás de ese envío se encuentra el cartel de los Balcanes, si bien no es hasta finales de 2019 cuando un miembro de la organización es detectado en España y las alarmas policiales saltan: se trata del montenegrino que se establece en Málaga, aunque viaja frecuentemente a Madrid, Barcelona y también a Serbia, Hungría y Eslovenia.
A mediados del año pasado EEUU aborta un trasvase de droga en costas colombianas, un acción que supone un golpe a la organización que pretendía introducir el cargamento incautado -1.300 kilos- en Italia. Tras analizar qué pudo fallarles, emprenden a finales del pasado año un nuevo envío, esta vez 1.250 kilos que viajarían desde las costas de Brasil hasta Cataluña. Para ello reactivan las citas en suelo español entre los líderes del cartel, pero también algunos de los investigados se desplazan a República Dominicana y a Dubai donde se encuentra el máximo responsable de la organización.
Con la pandemia se retrasan los planes el cartel hasta diciembre. Finalmente decidieron que la droga se trasladaría a Europa hasta Tarragona. Fue en ese momento, el de receptación del cargamento, cuando se practicaron todas las detenciones.
De esta manera fueron sorprendidos mientras se producía la entrega de 1,250 kilos de cocaína en las afueras de Tarragona y se desarticulado también el sistema de financiación de la organización, que era el cultivo y distribución de marihuana y compraventa de vehículos.
Los paquetes de la cocaína intervenida en este ultimo golpe venía con etiquetas de "jaguar" y "bottega", marcas reconocidas en Italia con los que la organización pretendían distinguir la calidad del estupefaciente que vendían. Además de las 61 detenciones y los 4.010 kilogramos de cocaína requisados, la operación policial ha dado como resultado la intervención de 2.569 kilogramos de marihuana, 173 kilogramos de hachís, 12,5 kilogramos de heroína, 30 litros de anfetamina, y más de 6 millones de euros en efectivo, nueve vehículos de alta gama, cinco motos, un arma de fuego y 300 cartuchos.