El Gobierno logrará en la votación de mañana sacar adelante la ansiada reforma laboral; un objetivo crucial para el Ejecutivo que finalmente será posible gracias al apoyo, in extremis, de PdCAT y Unión del Pueblo Navarro.
Ha sido a última hora de este miércoles cuando se ha conocido la noticia que daba un giro a la situación, que permanecía bloqueada para el Gobierno con 170 votos a favor que resultaban insuficientes. Han sido estos dos partido los que, con solo seis diputados, han cambiado todo: primero PdCAT, dando 4 diputados más con su ‘sí’, y después UPN, de cuya decisión dependía que el Gobierno consiguiese la mayoría absoluto, con 176 votos necesarios para convalidar el decreto.
"Lo cómodo era votar 'no'. Pero lo imprescindible para traer prosperidad es votar 'sí'", ha dicho Javier Esparza, presidente de UPN, quien ha señalado que apoyará la reforma laboral con “convencimiento” y por "responsabilidad y sentido de Estado".
“Si esta reforma no se aprueba, pierde España”, ha dicho Esparza, conocedor de que su apoyo ha despejado el camino del Gobierno para abordarla.
En este sentido, Esparza ha recordado que la Unión Europea "puso como condición para que llegaran una parte de los fondos aprobar esta reforma y hacerlo de forma pactada con la patronal y los sindicatos", que han llegado a un acuerdo "de mínimos, pero suficiente para mejorar la empleabilidad y la de nuestro mercado de trabajo".
Así, tras dejar claro que "es evidente que el Partido Socialista no merece" el apoyo de UPN, ha señalado que "España y Navarra siempre lo van a tener" y que, con sus luces y sombras" la reforma "es positiva para España y Navarra".
"Sin el apoyo de UPN, no se aprobaría, y pondríamos en riesgo la llegada de los fondos de la Unión Europea, que nos tienen que servir para hacer frente a la recuperación económica, y tiraríamos por la borda un acuerdo histórico entre los sindicatos más representativos de este país y la patronal", ha sentenciado.
Las cuentas salen en esta nueva vía en la que participa Ciudadanos, que dice que quiere “evitar la catástrofe de estas cesiones a Otegi y Rufián”; argumentos ante las críticas que les llegan desde el Partido Popular. "Tendrán que explicar si quieren ser el salvavidas de Sánchez una vez más", ha dicho Pablo Casado, consciente de que Sánchez sacará adelante su reforma laboral.
Lo hará sin la mayoría de sus socios parlamentarios habituales, pero aun así el presidente del Gobierno recalca que “la estabilidad política está garantizada". Se muestra seguro de que tendrá estabilidad política en lo que queda de legislatura.
El presidente dice que terminará legislatura y lo dice en esta última jornada de larga y tensa negociación. El Ejecutivo ha tenido que pelear hasta el último voto, y además con sus socios de investidura dándoles la espalda: ni Esquerra ni Bildu ni el PNV están con el Gobierno en esta legislación que es para el Ejecutivo un pilar fundamental para la legislatura y también para la recuperación económica. Así, han tenido que sacar adelante la reforma laboral con otros partidos en una especie de reedición de aquella ‘geometría variable’ del Gobierno de Zapatero; una geometría que tiene que contar en este caso, –en una votación tan importante–, con el apoyo necesario de Ciudadanos, algo que también incomoda, y mucho, a los socios de Podemos.