Moncloa se lava literalmente las manos. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha hecho oficial el desmarque del Gobierno de las palabras de su ministro de Consumo, Alberto Garzón, que puso en duda la calidad de la carne producida en las macrogranjas españolas en una entrevista en el diario británico The Guardian. "Las consideraciones de Garzón son de ámbito personal", ha dicho la portavoz dejando claro que el Ejecutivo no comparte las declaraciones del ministro de Unidas Podemos.
Es más, el Gobierno se ha esforzado en trasladar su apoyo cerrado a la ganadería española consciente de que el comentario de Garzón le puede enfrentar a un sector productivo que genera riqueza y empleo y da alas a una oposición que ha hecho de este asunto una campaña contra el ministro y de paso contra el Ejecutivo de Sánchez.
El debate que se produce además en plena precampaña electoral en Castilla y León, una de las comunidades donde la ganadería tiene más peso. El presidente de esa Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, ha sido de hecho el más beligerante. Por dos veces ha pedido la rectificación o dimisión de Garzón. El candidato socialista, Luis Tudanca, tampoco comparte las declaraciones del ministro por ser "confusas e irresponsables". "Haría bien en estar callado y haría bien en dejar de hablar de cosas de las que ni sabe ni entiende", dice Tudanca que se la juega en las urnas.
"Para este Gobierno el sector ganadero es prioritario", ha sentenciado Rodríguez después de que su compañera de gabinete, la ministra de Educación Pilar Alegría, ya desvinculara al Ejecutivo de las opiniones de Garzón. La portavoz ha querido destacar que los productos que exporta España al exterior son de "altísima calidad" y defiende que la ganadería es un elemento de cohesión territorial que garantiza el desarrollo rural. En ese sentido, subraya que el Gobierno de Sánchez ha adoptado medidas para apoyarla como la Ley de la Cadena Alimentaria, una de las reivindicaciones básicas del sector, y la estrategia para aplicar los fondos de la PAC.
A Rodríguez le han preguntado directamente si Garzón debería rectificar sus palabras o dimitir y se ha limitado a decir que "eso se lo deberá preguntar a él". En ese punto ha insistido en que las declaraciones fueron "a título personal". La intervención de la portavoz oficializa la tensión que ha generado este asunto entre los socios del Gobierno. Ningún ministro socialista ha salido públicamente a respaldar al titular de Consumo.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, -sin citar expresamente a Garzón-, ha escrito en sus redes sociales que España debe seguir apostando por la "ganadería sostenible" en línea con los objetivos de la Agenda 2030 y "denunciar prácticas minoritarias que agravan la crisis climática".
En el PSOE las voces más críticas han sido las de los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha. Javier Lambán llegó a tachar las palabras de Garzón como "desgraciadas e insensatas" y sugirió su destitución. "El que las hace no puede ser ministro de España ni un día más", escribió en su cuenta personal de Twitter.
Emiliano García-Page, algo más moderado, reclama una rectificación porque considera que el ministro hace "propaganda negativa del sector".
Con independencia del fondo, -el debate sobre el modelo de las explotaciones ganaderas está ahí-, la polémica ha sacado a flote discrepancias entre PSOE y Unidas Podemos en un asunto que es incómodo. El presidente del grupo parlamentario morado, Jaume Asens, ha respondido al presidente de Aragón con dureza. "Señor Lambán, lo que ofende a la inteligencia, o a las siglas que usted representa, es que ataque al Gobierno con un bulo de la extrema derecha", ha afirmado en las redes sociales.
El dirigente gallego de la coalición, Antón Gómez-Reino, denunciaba también en Twitter lo artificial del lío que se ha montado. "De los creadores de la 'huelga de los camioneros', que era básicamente un cierre patronal organizado por las empresas, llega ahora 'los ganaderos' contra Garzón", ha escrito. Según Gómez-Reino los dueños de las macrogranjas no son los ganaderos.
El propio Garzón ha recordado que la entrevista se hizo el 14 de diciembre, se publicó en The Guardian el 26 y no ha sido hasta ayer, día 3 de enero, cuando se ha generado el revuelo, coincidiendo con los buenos datos de empleo. El ministro además ha aclarado insistentemente que sus palabras fueron recortadas y que nunca dijo "mala calidad " de la carne, sino que la carne producida en las macrogranjas era de "peor calidad" que la de la ganadería extensiva. Precisamente, en la entrevista puso como ejemplo de buenas prácticas el ejemplo de Castilla y León.
Entre los defensores de la postura de Garzón está ERC, socio prioritario del Gobierno, Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, sostiene que defender la ganadería extensiva frente a las macrogranjas "NO es criticar a las ganaderías, es criticar a las malas ganaderías".
Al ministro, por más que se ha esforzado, no le han valido de nada sus explicaciones y la polémica ha ido creciendo con el paso de las horas. Varias asociaciones agrarias y ganaderas, que ya estaban en pie de guerra contra él desde que recomendó rebajar el consumo de carne, han salido en tromba para pedir una rectificación o su dimisión por "atacar" al sector. La patronal cárnica, Anafric, se reserva incluso emprender acciones legales sino rectifica sus palabras. "Consideramos una infamia estas declaraciones, una burla y un absoluto desconocimiento del sector. Creemos que Garzón no es consciente de lo que aporta el sector al PIB y del efecto negativo que sus palabras pueden producir en él, ha señalado su presidente.
El PP ha encontrado un argumento para ir a degüello contra el Gobierno. Varios presidentes autonómicos, encabezados por Mañueco, diputados y altos cargos han bombardeado Twitter con sus críticas a Garzón. Al frente de todos ellos, Pablo Casado, que estando en cuarentena, ha visto que podría estrenar 2022 buscando puntos débiles a Sánchez.
El asunto llegará a una votación en el Congreso de los Diputados cuando empiece el periodo de sesiones, Ciudadanos forzará votar la reprobación del ministro de Consumo.