Galicia se blinda. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este miércoles que establecerá a partir del viernes a las tres de la tarde y durante un mes el cierre de actividades no esenciales, incluida la hostelería, y el cierre perimetral que afecta al 60 % de los residentes en la comunidad. El objetivo de estas restricciones es "evitar un confinamiento domiciliario".
En una comparecencia, Nuñez Feijóo informó de las medidas acordadas por el comité clínico que contempla además, mantener el toque de queda entre las 23 y las 6 horas que estableció el Gobierno, pese a que a partir del lunes las comunidades podrán eliminar esta limitación.
El presidente gallego también ha explicado que para el resto de Galicia, donde no se endurecen las limitaciones que entrarán en vigor el viernes a las 15 horas, se ampliarán hasta 6 el aforo máximo de personas por reunión, que ahora estaba en cinco.
Feijóo ha advertido de que ante el virus nunca se puede "descartar" ninguna posibilidad, incluido el confinamiento, pero que la Xunta intenta anticiparse para no llegar a esa situación. Sobre esta posibilidad, ha explicado que las restricciones tienen como objetivo rebajar la tensión hospitalaria, y en las residencias de mayores y centros de discapacitados, así como otro propósito "más difícil de alcanzar" que es "intentar salvar la campaña de Navidad", sobre todo para la hostelería que tendrá que cerrar excepto para pedidos de comida a domicilio.