"Permítanme que exprese mi alegría por la vuelta de Aina". Gabriel Rufián ha tenido uno de los escasos gestos de empatía hoy en en Congreso al dar la bienvenida por su vuelta a la diputada de En Comú Aína Vidal, tras meses ausente por enfermedad. La diputada de En Comú Podem ha regresado este miércoles al hemiciclo para asistir presencialmente al debate de la moción de censura de Vox. No pisaba la Cámara Baja desde el pasado 7 de enero, cuando, ya enferma, acudió para participar en la segunda votación de la investidura de Pedro Sánchez.
Dos días antes ella misma había desvelado a través de su cuenta de Twitter que le habían diagnosticado un tipo de cáncer raro y agresivo. Este miércoles ha vuelto a la Carrera de San Jerónimo no de visita, como ha escrito en esta red social, en un mensaje en el que ha incluido la etiqueta “#fuckCancer.
El pasado mes de enero, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le agradeció desde la tribuna de oradores que hubiera acudido a la Cámara para contribuir con su voto y poder presenciar el nacimiento del gobierno de coalición. Entonces la mayor parte del hemiciclo se puso en pie para aplaudir a la diputada catalana e insuflarle ánimos para afrontar su tratamiento contra el cáncer. Hoy el entusiasmo no ha sido tan palpable.
Y ahí se ha acabado la empatía de Rufián. El diputado catalán ha asegurado que si estuviese Jesús Gil, sería el diputado 54 de Vox, porque el 53 está "en la Zarzuela", y ha aplaudido que al menos se pase de Tejero a Torrente 6. No solo eso. Rufián ha defendido que "no todos somos iguales. Se empieza pensando eso y se acaba pensando que M. Rajoy es Pablo Iglesias". Y ha recordado que "la pandemia dejará más pobres que muertos" a lo que ha añadido que "Vox fomentará la guerra entre el último y el penúltimo". Rufián ha calificado a los líderes de Vox de frikis, a lo que Abascal ha contestado que él es el ejemplo, un friki que llegó con trastos y ahora hila frases.