Más allá de la condena a los principales responsables políticos, el caso de los ERE continúa, porque de los 680 millones del fraude repartidos en 270 expedientes a empresas y particulares, 129 están bajo investigación con cientos de imputados. Pero si alguien está en el centro del huracán, en el epicentro de todo el caso es el exdirector general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, responsable de entregar ayudas sin control del llamado fondo de reptiles. ¿Qué nombre le daba Guerrero a ese fondo? El fondo por mis cojo.... Imagínense cómo acaba la frase. De hecho, él es el que mayor condena ha recibido en la pieza política. Nada menos que 7 años y medio de prisión.
Guerrero, conocido por los suyos como 'el golfo', reconocía incluso en el juicio que él era jovial, pero no putero. Una acusación provocada por las declaraciones del que fuera su chófer, que confesó que compró cocaína y pagó fiestas a Guerrero con las ayudas ilegales que éste le dio a través de una empresa ficticia. La del chófer es una de las cinco piezas listas para ir a juicio.
De los fondos públicos se beneficiaron mediadores y comisionistas como el exsindicalista Juan Lanzas, que tampoco puede ser considerado un ejemplo de nada. De Lanzas se conoce la mítica frase de su madre, que llegó a decir que tenía dinero para asar una vaca. Y no le faltaba razón porque le encontraron 82.000 euros bajo el colchón, pero podría haberse llevado 13 millones en comisiones ilegales. Casi nada.
Algunas causas ya se han archivado, pero asociados a los ERE, siguen pendientes otros casos como el de los cursos de formación o el caso Faffe, en el se investiga a su director por el uso de tarjetas black en puticlubs, ayudas sin justificar y enchufismo.
La juez de los ERE, Núñez Bolaños, ya ha archivado varias causas de los ERE por falta de indicios o por prescripción. El Poder judicial la investiga por posibles retrasos injustificados. La trama no puede ser más turbia y le quedan muchos episodios. Y mientras, Susana Díaz y Sánchez, callan.