Eugenio Fraile, responsable de la expedición del buque científico "Ramón Margalef" lleva dos días frente al delta de La Palma, ese que ha añadido ya 17 hectáreas a España. Desde allí vigila todo al milímetro. El delta tiene unas dimensiones ya considerables desde el acantilado a mar abierto junto con 4 millones de metros cúbicos y puede seguir avanzando a velocidad rápida a 700 metros de profundidad. A partir de ahí le costará avanzar.
Fraile fue uno de los privilegiados que vio caer la lava por los acantilados. "Esa lava provoca anomalías importantes, queremos muestrear la columna de agua para ver sus efectos en el ecosistema marino". Lo hacen a menos de un 1 kilómetro. Miden a 1.000 metros de profundidad, 40 parámetros, desde salinidad, medidas de temperatura o oxígeno. Vamos a tener material para analizar durante 6 meses. Su objetivo es dar respuestas también a un sector pesquero muy afectado.