"Me parece un peligro estar aquí en el hotel porque había gente que no cumplía las normas y no me hacía ninguna gracia". Es uno de los testimonios de una de las jóvenes retenidas en el hotel covid de Mallorca y que ya se siente libre para cumplir la cuarentena en casa a pesar de que no es portadora de la covid. Es una muestra más de la realidad, confinados que no respetaban las normas poniendo en riesgo a todos, un boomerang como argumento de las familias y los jóvenes en sus protestas por el confinamiento en Baleares.
No coinciden con Sanidad, que considera, con la ministra Darias a la cabeza que deberían haber guardado cuarentena por algunos de los negativos pueden ser positivos en horas. Veremos si en Valencia alguno de los estudiantes no debe quedarse también medicalizado al dar positivo. Ayer mismo se supo que un avión con destino a Galicia estaba repleto de contagiados, con el riesgo que ello conlleva.
Se acabó el drama -muy de nuestra época en una sociedad cada vez menos tolerante a la frustración y reactiva a las normas- para los aproximadamente 170 estudiantes que permanecían confinados desde el sábado en el hotel Bellver de Palma, y que han dado negativo en las pruebas de covid, abandonaban esta mañana las instalaciones con expresiones de alivio y satisfechos por regresar a casa: "Soy libre, qué consuelo", manifestaba uno de ellos a punto de subir al autobús que los llevaría al puerto con destino a Valencia, donde serán sometidos a nuevos test de control.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya adelantó la idea de enviar en ferry a los jóvenes a Valencia aunque dejó claro que no podía obligar a montarse en él. Pese a las protestas y polémicas de los últimos días, y para consuelo de la ministra y el Govern, salvo algunas escapadas iniciales en avión, la operación de embarque de los jóvenes, primer paso para viajar a sus comunidades de origen, donde pasarán la cuarentena, se ha realizado con total tranquilidad y orden, ha comenzado a las 6:20 horas y ha concluido sobre las 8:50.
En contra del criterio del Ejecutivo balear, el Juzgado de lo Contencioso número 3 de Palma ordenó este miércoles mantener el confinamiento únicamente para los jóvenes peninsulares de viaje en Mallorca que han dado positivo en covid-19 en un macrobrote, por lo que en el hotel continuarán confinados unos 70 estudiantes.
A primera hora de esta mañana, de manera ordenada, en ocasiones en fila, en silencio y con cara de haber madrugado, los jóvenes han subido, junto a sus monitores, en tres autobuses que les han conducido al puerto de Palma, desde donde partirán hacia Valencia, donde llegarán esta tarde. Un pequeño grupo ha optado por el avión, por lo que otro autobús les ha llevado hasta el aeropuerto de Son Sant Joan para viajar a la península, sin que se hayan hecho públicos sus destinos. Todos ellos, junto a personal sanitario, llevaban sus mascarilla perfectamente colocadas y han ido metiendo sus maletas en el autobús.
Ante un grupo de periodistas, algunos han rehusado hacer declaraciones pero otros sí han expresado su alivio por dejar este hotel de cuatro estrellas en el que han pasado unos días confinados en sus habitaciones y poder volver a casa. "Menos mal que se ha acabado esto, pero volveremos a Mallorca", ha dicho una chica poco antes de subir al bus, mientras que otro joven ha apostillado: "Muchas ganas de volver a casa".
Otro adolescente no ha dudado en ponerse delante de las cámaras para decir que está "perfecto de salud" y que no sabía "muy bien" qué hacía en este hotel habilitado por el Govern balear para las personas que deben guardar cuarentena en la isla y no tienen domicilio donde pasarla. "Una vez que lleguen a la Península, a todos los estudiantes se les realizará un test antes de que emprendan viaje hacia sus respectivas ciudades en autobuses fletados por sus comunidades de origen".