Comienza la fase cero de la desescalada con el estado de alarma en el aire: ERC dice no
ERC confirma que votará no y Coalición Canaria se abstendrá
Sánchez neecesita una mayoría simple y está en manos del PP
La fase 0 o de preparación de la desescalada ha comenzado en España con la prórroga del estado de alarma en el aire, suspendida en el fragor de un tenso debate político, en el que presiona el PP, que considera que ya no tiene “ningún sentido”, presionan ERC y el PNV, pendientes de su autogobierno, y presiona el Ejecutivo apelando al estado de necesidad y al “caos” sanitario y económico.
La imagen que se deriva de este pulso ha restado algo de protagonismo a la apertura, bajo cita previa, de los primeros pequeños establecimientos no alimentarios, representados como ningún otro por las peluquerías, y a algunos “nuevos” pasos que se han podido ver en las islas de La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, y en la de Formentera, en Baleares, adelantadas a la fase 1, prevista en el resto de España para el día 11.
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Estas aperturas siguen el camino del relajamiento de las restricciones con la salida de los niños y la de adultos y mayores desde el pasado sábado, ante las que epidemiólogos y autoridades sanitarias reiteran su llamada a la prudencia cuando comentan la evolución de la epidemia, que este lunes ha marcado otro punto de inflexión en su ritmo decreciente, pese a que pueda haber infranotificaciones por el puente de mayo.
Por segundo día consecutivo, las muertes consignadas se han situado por debajo de las 200, en concreto en las 164, las mismas que el domingo, con una tendencia sostenida, que tiene su reflejo en la cifra de pacientes, cada vez menor, ingresados en las ucis, 21 en las últimas 24 horas. En cualquier caso, las defunciones acumuladas (25.428) no dejan de ser un lastre y eso que no incluyen las de miles de personas que fallecieron con síntomas de la COVID-19.
Especialmente significativo ha sido este lunes el número de contagios, que han llegado a su punto más bajo, con 356 (0,16 %), aunque en este caso hay, como ya es habitual desde hace 20 días con este parámetro, “desorden estadístico”, puesto que Madrid, que sigue reajustando su sistema, sólo ha comunicado 1, aunque ha registrado 190.
Losa sanitarios, los damnificados se merecen más sentido común y menos aplausos
Con tan baja cifra de infecciones llaman todavía más la atención -y subrayan la difícil interpretación de los datos- los 1.214 profesionales sanitarios notificados hoy como positivos, que elevan el total a 43.325, lo que supone el 19,8 %. Sería bueno ser más cívicos y dar menos aplausos.
En el inicio de la octava semana de confinamiento no se han registrado por vez primera casos de coronavirus en tres comunidades: Valencia, Murcia y Baleares, ni tampoco en Ceuta. Otras diez autonomías han informado de menos de 10 hospitalizados. El total de contagiados diagnosticados por pruebas PCR asciende a 218.011.
La tasa de infectados acumulada en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, que sirve para medir la difusión de la pandemia (con 28, dos positivos diarios como objetivo), es ahora inferior a 18 en siete comunidades y en Ceuta y Melilla. La media en España ha bajado hasta 50,99, aunque Cataluña y Castilla y León siguen por encima de los 100, de los que ha descendido Madrid a la espera de concretar sus ajustes.
Este será uno de los marcadores epidemiológicos a tener en cuenta durante la desescalada, pero sólo desde el punto de vista cualitativo, ya que Sanidad ha avanzado que los dos únicos parámetros cuantitativos serán los de disponer o poder disponer en un plazo de cinco días de entre 1,5 y 2 camas de cuidados intensivos y entre 37 y 49 hospitalarias para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes.
Habrá repuntes
Que en la desescalada en España va a haber repuntes de la epidemia es algo que prácticamente sostienen todos los expertos, que aluden a la importancia de aplicar de forma escrupulosa la regla epidemiológica de las tres “t”, "test, track and trace": hacer test, localizar a las personas contagiadas y rastrear sus movimientos para aislar a quienes estuvieron en contacto con ellas.
Esta estrategia, que ya se ha visto como funcionó en Corea del Sur y China -que ya la habían probado con el SARS y el MERS - y en la que insiste la OMS, remite al sistema de vigilancia epidemiológico para ser capaces de cortar las cadenas de contacto, y ese sistema en España, según subrayan expertos en sanidad pública, es un sistema “precario”, que habría en alguna medida que redimensionar y ese es un trabajo prolijo para desarrollarlo de inmediato.
El reforzamiento de la atención primaria, que se va a hacer cargo de esta difícil y compleja tarea, es una de las premisas, pero también el de dotar de recursos y tecnología a los sistemas de información para que los rastreos puedan ser efectivos y cumplan su función de contener de forma precoz las fuentes de contagio.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha dicho hoy que uno de los objetivos en la desescalada es que las comunidades autónomas vuelvan a hacer las identificaciones de casos como al principio de la epidemia, con el seguimiento de contactos a través de llamadas o aplicaciones, de tal modo que se reduzca el tiempo a un máximo 48 horas, en lugar de 10 o 15 días como ahora.
El estado de alarma, en vilo
A dos días de que el Congreso debata una nueva prórroga del estado de alarma, se redobla la presión sobre el Gobierno, que aún no tiene garantizados los apoyos para sacarla adelante. El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado este lunes que la renovación del estado de alarma "no tiene sentido" y ha avanzado que, "a día de hoy", su partido "no puede apoyarla". Casado, que después de hacer esas declaraciones en Onda Cero ha mantenido una conversación de cerca de una hora con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que el Ejecutivo actúa de forma unilateral y sin informar ni negociar.
Esa crítica también la sostienen algunos de los aliados del Ejecutivo, como ERC y el PNV, que reclaman más autogobierno y más participación de las autonomías en el proceso de desescalada. ERC ha anunciado que votará no. El PNV todavía no ha definido el sentido de su voto.
El Gobierno, consciente de las graves dificultades que le ocasionaría perder esa votación, insiste en llamar a la responsabilidad del PP, al que advierte de que sin estado de alarma la alternativa es el "caos": "Mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos", ha dicho el ministro Illa. "No apoyar la prórroga del estado de alarma nos puede llevar a España a un caos sanitario y económico", ha afirmado el ministro Ábalos.
El plan B de Casado
El presidente del PP, Pablo Casado, ha emprendido a nivel político un proceso inverso a la desescalada iniciada este lunes al incrementar en las últimas semanas su presión y críticas al Gobierno presentándose como el auténtico plan B, no solo a la gestión frente a la crisis sino al propio Sánchez.
La conversación que este lunes ha mantenido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la prórroga del estado de alarma a partir del 10 de mayo no ha servido para ningún entendimiento entre ambos y, a estas alturas, ni siquiera tiene previsto apoyarla, después de haber votado a favor de las anteriores.
La "escalada" de Casado ya se inició hace semanas en una actividad casi diaria, en período de confinamiento por el coronavirus, con visitas a infraestructuras públicas fundamentales en esta crisis, como el Ifema o Mercamadrid, o a negocios privados y asociaciones, como Anfac.
El secretario general del partido, Teodoro García Egea, ya lo advirtió el pasado fin de semana: si Sánchez no tiene plan B para la desescalada más allá del estado de alarma, los españoles sí lo tienen y se llama Pablo Casado.
Casado siempre se ha reivindicado como "única alternativa" al Ejecutivo de coalición, lo que fue uno de los muchos argumentos para no facilitar con su voto la investidura de Sánchez. Una alternativa que el PP cree que puede estar más cerca que nunca ante la "mala gestión" que atribuyen al Gobierno frente a la crisis.
Antes del inicio hoy de la desescalada, Casado ha realizado numerosas visitas, siempre con guantes y mascarilla como se recomienda por seguridad sanitaria, en las que hace intervenciones que son remitidas a los periodistas, pero sin responder a preguntas, más allá de las entrevistas en los medios de comunicación, desde la rueda de prensa que ofreció el lunes 20 de marzo.
El presidente del PP inició el confinamiento con videoconferencias con varios de los sectores esenciales desde su despacho de la calle Génova, en Madrid, que ha mantenido como centro de operaciones durante el período en el que el Gobierno decretó el cese de las actividades no esenciales, entre el lunes 30 de marzo y hasta el jueves 9 de abril.
Tras pasar este período, denominado por el Gobierno de "hibernación" económica, el líder de la oposición salió de su despacho para realizar visitas en Madrid o en su entorno, acompañado de varios dirigentes del PP, como el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, o la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
A ambos los ha puesto, en varias ocasiones, como ejemplo de la gestión que quiere hacer el PP si llega al Gobierno, no solo recientemente ante la crisis del coronavirus, sino ya cuando fueron presentados, en enero del año pasado, como su apuesta personal y la "esencia pata negra" del partido para las candidaturas en Madrid.
Desde entonces, el Gobierno de Ayuso se ha convertido en el "muro de contención" ante las políticas del Ejecutivo de coalición y este sábado, en el acto con motivo del 2 de mayo, Casado ha puesto a la presidenta madrileña como "ejemplo" de lo que el partido quiere hacer a nivel nacional, "en cuanto los españoles nos den su confianza", ha apostillado.
A Almeida, con quien inició el martes 14 de marzo su ronda de visitas, en el Centro de Pantallas de control de la ciudad de Madrid, le puso ya entonces como modelo de "buenas prácticas" y "cercanía, profesionalidad y entrega" ante estas crisis.
Y el domingo, aprovechó ciertas encuestas que pronostican una subida de sus apoyos electorales, para publicar un tuit en el que le alaba como "un alcalde a pie de calle tomando decisiones a tiempo y escuchando a todos".
Así también es como se ha presentado Casado estos días, como un líder de la oposición "a pie de calle", frente a un Sánchez que ve parapetado en la Moncloa, con fotos junto a ovejas en su visita a una granja, realizando unas declaraciones desde la cocina de un negocio de hostelería cerrado por el confinamiento o asistiendo al acto institucional de celebración del 2 de mayo.
Las fotos de estas visitas tienen también mucho eco en las redes sociales, a veces no exento de polémica y críticas, porque hay quien no encuentra justificación a estas salidas en pleno confinamiento o simplemente bromea sobre el contenido de las imágenes, a lo que siempre se arriesga quien está expuesto a opinión pública.
Pero, como reza el dicho: es mejor que hablen de uno, aunque sea mal. Y más en el mundo de la política, donde una condición indispensable para conseguir apoyo electoral es ser conocido; lo de ser valorado ya viene después. Y el país mientras, en vilo.