Un error de identificación de los Mossos deja en libertad a la italiana acusada de quemar el furgón de la Guardia Urbana de Barcelona
En el auto, al que ha tenido acceso NIUS, la jueza acuerda la libertad de la mujer tras atender el recurso de su defensa
La defensa ha presentado ante fiscalía una prueba pericial antropométrica que apunta que la persona que tiró líquido inflamable encima de una bengala no es ella
Sara Casiccia, la joven italiana de 35 años acusada de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana en Barcelona durante los disturbios por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, ha quedado en libertad provisional después de que su defensa haya presentado ante fiscalía una prueba pericial antropométrica que apunta que la persona que tiró líquido inflamable encima de una bengala no es ella.
La manifestante, permanecía en prisión preventiva junto a otros siete jóvenes a los que los Mossos d'Esquadra vinculan con entornos anarquistas y acusan de actuar coordinadamente para provocar disturbios en las protestas pro Hasel, entre ellos la quema del furgón policial el 27 de febrero, cuando un agente de la Guardia Urbana se encontraba en su interior.
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Tras 19 días de prisión preventiva, la defensa de la investigada ha dado un giro inesperado al caso y ha demostrado que los Mossos d'Esquadra detuvieron a la persona equivocada. Cosa que ha hecho que la magistrada, con la aprobación de la Fiscalía, haya ordenado su puesta en libertad con la obligación de entregar el pasaporte y comparecer cada dos semanas en el juzgado.
Los Mossos detuvieron a la persona equivocada: "el atestado tiene muchas contradicciones"
"Contrate a un perito antropométrico para que determinara de forma científica lo que era obvio: que la persona que aparece en las imágenes rociando con líquido la furgoneta no es la misma que instancias después es detenida. No tiene nada que ver, ni la fisonomía, ni la ropa, incluso esta persona llevaba las manos descubiertas y Sara tiene tatuajes en los brazos. En el propio atestado había muchas contradicciones, incluso se refería a que mi representada había sido detenida a un kilometro y medio y media hora después de cuando en realidad fue", explica a NIUS, el abogado José Manuel del Río.
La defensa de Sara presentó el recurso el pasado 16 de marzo y según el abogado, el ministerio fiscal se adhirió una semana después a la su solicitud de pedir la libertad provisional. Sara salió de prisión el lunes 23 por la noche, después que la jueza, que mantiene la causa abierta por grupo criminal, tentativa de homicidio y otros delitos, acordó la libertad de la mujer tras atender el recurso de su defensa, según figura en el auto al que ha tenido acceso NIUS. "El ministerio fiscal vio que era una acusación errónea y que si se insistía en ese hecho iba a empezar a ser una acusación falsa. No caben dudas de que la persona que la lanza el líquido y S.C. no son la misma", asegura del Río.
El ministerio fiscal vio que era una acusación errónea y que si se insistía en ese hecho iba a empezar a ser una acusación falsa
En el recurso presentado por la defensa, se desmonta punto por punto todo lo que los Mossos hicieron constar en el atestado respecto a la detención de Sara Casiccia. "En cierta manera Mossos admite que no es esa persona y reconocen que no tienen ni idea de quien es la autora material del hecho", explica el abogado. De hecho, según fuentes de la policía autonómica consultadas por este diario, la investigación sigue abierta y los Mossos tratan ahora de identificar a la autora material de los hechos.
Su físico y su ropa han sido decisivos
El reportaje fotográfico y la pericial aportada por la defensa han resultado claves para la excarcelación de la manifestante, puesto que concluye que ni su indumentaria, ni el color de su ropa ni su estatura -con una diferencia de diez centímetros- coincide con el de la mujer descrita en el atestado policial como autora del incendio. De hecho, en el atestado de los agentes se llegó a incluir como elementos acusatorios que la ropa de la detenida "emanaba olor a gasolina".
"Mientras mi representada vestía pantalones negros, botas negras y no llevaba ningún pañuelo en el cuello ni lucía gorro, las imágenes de los hechos y las declaraciones de un agente de los Mossos muestran que la mujer que rocía el furgón vestía tejanos, botas marrones y llevaba un pañuelo lila en el cuello y gorro en la cabeza", añade el abogado penalista.
No tiene nada que ver, ni la fisonomía, ni la ropa, incluso esta persona llevaba las manos descubiertas y tiene tatuajes en los brazos
Por otro lado, el recurso presentado cuestiona una de las principales pruebas en que los Mossos se basan para atribuir un delito de organización criminal a los ocho detenidos: que a todos ellos se les interviniera un "encendedores" de la misma marca y color, exactamente iguales a los intervenidos a otros detenidos".
Las defensas han argumentado ante la juez que esos mecheros suelen estar en poder de muchos jóvenes, puesto que se venden junto a una marca de tabaco de liar de bajo precio. Además, otro de los elementos que se han tenido en cuenta en la pericial son los tatuajes que Sara tiene en un brazo y que no se aprecian en las imágenes de la mujer que arrojó el líquido inflamable al vehículo policial.
Un mechero: la prueba principal de los Mossos
Para José Manuel Del Río, el hecho de que la autoría del incendio del furgón haya quedado cuestionada supone un "giro" en la investigación, lo que abre la puerta a que el resto de los encarcelados salgan en libertad. Los detenidos, vinculados a unas naves ocupadas de la comarca barcelonesa del Maresme, ingresaron en prisión provisional por los delitos de desórdenes públicos, daños, atentado a agente de la autoridad, manifestación o reunión ilícita, pertenencia a grupo criminal y homicidio en grado de tentativa.
A día de hoy, una vez demostrado el error de identificación de los Mossos, sigue sin saberse quién es el autor material que quemó el furgón de la Guardia Urbana. De momento, Sara Casiccia ha pasado la noche fuera de prisión y según su abogado "tiene que pensar cómo abordar esta situación por la condena mediática que ha recibido y lo bastante mal que se la ha tratado en los medios".