Afiliados y simpatizantes del PP se dieron cita desde las 20.45 horas de este martes en las puertas de la sede del partido, en la calle Génova, con banderas de España y de la formación, para seguir el escrutinio electoral, amenizados por la música de DJ Pulpo. Sí, una de las ultimas imágenes que tendremos de Génova, porque Casado se muda.
Los 'populares' organizaron un gran despliegue con el tradicional balcón, una pantalla gigante y el corte de la calle, donde dispusieron de doscientas sillas respetando las medidas contra el coronavirus. Además, vecinos de la zona se asomaba a los balcones. La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, llegaba en torno a las 20.35 horas para seguir desde la primera planta, donde se sitúa el PP regional, el resultado de los comicios. Los simpatizantes del Partido Popular celebraban ya entonces los resultados de las encuestas que darían a Isabel Díaz Ayuso la victoria para presidir la Comunidad de Madrid.
Isabel Díaz Ayuso superaba todas las expectativas con una victoria incontestable en Madrid, y marca la senda al líder de su partido, Pablo Casado, pues con un discurso duro y sin hacer críticas a Vox se ha comido a Ciudadanos y sólo necesita una abstención de los de Santiago Abascal para gobernar.
En dos años, la presidenta madrileña y candidata a la reelección más que ha doblado sus escaños -de 30 a 65- y ha obtenido el mejor resultado para el PP madrileño desde el fin del bipartidismo. Lo ha logrado como protagonista de la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez y con su singular modelo de gestión de la pandemia como bandera. Ayuso adelantó las elecciones, planteó los comicios como una dicotomía entre comunismo y libertad y reivindicó su aspiración de gobernar sola, sin un socio, Ciudadanos, al que ha llevado a la desaparición.
En 2023, cuando vuelvan a celebrarse elecciones en la Comunidad de Madrid, sólo habrá dos adversarios en el centroderecha. En frente, Unidas Podemos se ve obligado a recomponerse tras la dimisión de Pablo Iglesias y Ayuso ha calificado el resultado del PSOE de "catastrófico". Ayuso y Casado han celebrado desde el balcón de Génova su victoria como una "moción de censura democrática al sanchismo". "Uniendo al centroderecha y al constitucionalismo, se puede ganar a Sánchez", ha agregado el presidente del PP.
Los 'populares' leen el resultado de las urnas en clave de castigo a Sánchez, porque Ayuso ha opuesto la apertura de los comercios y bares en Madrid a las restricciones de la izquierda, a pesar de que también autonomías del PP han optado por los cierres para cortar los contagios.
Ayuso ha reivindicado que su proyecto trasciende las siglas de su partido y los 'populares' creen que ha roto la barrera que les separa del PSOE. Los socialistas se dejan trece escaños, pero la izquierda de Más Madrid y Podemos sólo recoge siete. El trasvase de votos es clave, a juicio del PP, para que Casado sea alternativa a Sánchez.
Casado espera ser catapultado a La Moncloa por Ayuso, su fichaje. Lejos queda el batacazo de las elecciones catalanas, donde el PP cosechó su peor resultado histórico. El PP también da por amortizados los casos de corrupción, ante los que ha dejado de responder.
La incógnita es si el modelo Ayuso es exportable a España. El propio Casado dijo en una entrevista que él es una media entre Feijoó y Ayuso. El PP niega sin embargo que el éxito de Ayuso sea un fenómeno únicamente madrileño. Además, la campaña ha evidenciado diferencias de discurso entre Ayuso, protagonista absoluta, y Casado, que se ha mantenido en un segundo plano, una disparidad que ambos actores niegan.
Sin embargo, la posición de Ayuso, que dijo que entre Cs y Vox no tenía favoritos, supone una enmienda al giro al centro dado por Casado el pasado mes de otoño, cuando rompió con Santiago Abascal en la moción de censura, un paso que fue celebrado por barones moderados del PP.
Génova, la todavía sede del Partido Popular, minimiza las diferencias ante unas elecciones cuya convocatoria Casado respaldó, pero en el equipo de Ayuso abogan por analizar de dónde vienen sus votos y decidir entonces el rumbo que debe tomar el PP. Además, de fondo están las elucubraciones sobre la posibilidad de que Ayuso quiera disputar el liderazgo a Casado, que ambos líderes niegan porque les vincula una amistad de más de viente años.
Reivindicando su independencia, Ayuso ha regalado al PP una imagen que no volverá a repetirse: la celebración, con música, banderas de España y del PP, de una victoria electoral en la calle Génova de Madrid, la histórica sede del PP que Casado quiere sustituir para deshacerse del fantasma de la corrupción.
El PP trabaja ahora con la hipotésis de que Sánchez, tras su fracaso no adelantará las elecciones, que en ese caso se celebrarían en noviembre de 2023; más de dos años en los que puede ocurrir de todo, como ha demostrado una moción de censura de PSOE y Cs en Murcia que ha dado un vuelco a la política en Madrid y ha acabado con la dimisión del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.