Pilar Urbano, unas de las personas que mejor conoce los entresijos de los servicios de inteligencia españoles, está convencida de que no ha existido el espionaje con Pegasus a los móviles del Gobierno denunciado por el presidente, Pedro Sánchez, y asegura que todo es "una cortina de humo tan espesa que no estamos en una democracia clara, estamos en una democracia oscura, turbia".
Autora de 'Yo entré en el CESID', uno de los pocos libros que ha logrado arrojar luz e información sobre los servicios secretos españoles y algunas de sus principales tramas, Urbano ha contado a Informativos Telecinco quién cree que podría estar detrás de esa intromisión en el móvil de Pedro Sánchez al que ella no da ninguna credibilidad y por qué habría estado bien el supuesto espionaje
Pregunta: Usted es una buena conocedora del CNI y de lo que se cuece en un organismo tan opaco como este, ¿cómo cree que ha sentado esta denuncia de espionaje por parte del Gobierno?
Respuesta: Está por ver que haya habido tal espionaje al presidente el gobierno. No se lo ha creído al parecer la Audiencia Nacional por lo que creo que tendrá poco recorrido, pero es que tampoco se lo han creído sus socios del Ejecutivo.
P: ¿Quién cree que estaría detrás del espionaje al Gobierno?
R: Insisto, es que yo no creo que haya habido esas grabaciones. Yo no creo a Pedro Sánchez y mucho menos con este oportunismo.
En cualquier caso, y de ser cierta esta hipotética grabación, habría que ver las fechas en las que se produjo y deducir que podría haber sido espiado desde Estados Unidos a Marruecos pasando por Argelia, Mauritania o Francia, es decir, aquellos países que tienen Pegasus y que están interesados en la negociación sobre el futuro del Sáhara que es lo que estaba tratando en esos momentos Pedro Sánchez.
Creo que Sánchez, se ha investido de la ONU, y se ha puesto a dirimir la cuestión saharaui que está pendiente de solución por parte del organismo internacional desde 1973 y cuya solución debería de pasar por un referéndum tal y como acordaron en Torrejón de Ardoz, Henry Kissinger y el ministro de exteriores de España en aquella época, Pedro Cortina Mauri, y que se resume en su famosa frase de: "Nosotros no podemos dejar a los saharauis como a una piara de camellos en medio del desierto".
Pero, en el caso de haber sido espiado, más parece una denuncia oportunista cuando lo que está en juego es el espionaje a 63 independentistas o a 500 personajes españoles, por lo que parece, literalmente una cortina de humo.
Y apunto algo que ha sido ya informado, y es que no hay que olvidar que el entramado de empresas de George Soros está vinculado a la financiación de Citizen Lab, el instituto canadiense que informó del presunto espionaje a personas del entorno independentista catalán.
P: ¿Corre peligro el cargo de Paz Esteban?
R: No tiene por qué. Si Paz Esteban hubiese espiado al presidente del Gobierno en el momento en el que Pedro Sánchez está negociando con Marruecos lo que no tiene que negociar, es decir el futuro del Sáhara, habría hecho bien. Habría cumplido con su deber.
Aquí hay tantas cortinas de humo, es tan espesa la humareda que no estamos en una democracia clara, estamos en una democracia oscura, turbia.
P: ¿Qué le parece que diputados independentistas estén en la comisión de secretos oficiales?
R: Me parece una barbaridad, una atrocidad. Es poner a la zorra a cuidar a las gallinas. La presidenta del Congreso ha cambiado la norma y aunque se podría hacer, no se debería de haber hecho. Hay que entender que estos diputados son anticonstitucionalistas y ponen en peligro la unidad del país.
P: ¿Esta comisión va a servir para algo?
R: Rotundamente no, al igual que nunca hemos sabido algo de los fondos reservados, el tema de los GAL u otros muchos. Estos secretos son como una confesión, no se puede hablar de ellos. Es más, la Audiencia Nacional cree que este tema tiene escaso recorrido y de haber alguien detrás habría varias manos, como ya comenté antes.