Una enfermera se reencuentra con sus dos hijas tras nueve semanas sin verse por la crisis del coronavirus
La enfermera trabaja en una Unidad de Cuidados Intensivos de Reino Unido
Con el coronavirus decidió alejarse de sus hijas para no contagiarlas
El esfuerzo que millones de sanitarios en todo el mundo han tenido que hacer, y todavía están realizando, por la crisis sanitaria del coronavirus es evidente. Cientos de profesionales, médicos, enfermeros, auxiliares, han priorizado su trabajo, dejando a un lado familia y amigos, para luchar en primera línea contra el virus.
Así, muchos de ellos han tenido que pasar todas estas semanas de intensa lucha alejados de sus seres queridos. Es el caso de una enfermera trabajaba en una Unidad de Cuidados Intensivos de Reino Unido, que decidió poner la salud de sus pequeñas por delante y aislarse de ellas.
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Tras nueve meses sin verse, esta madre coraje por fin ha podido reunirse con sus hijas. Una escena cargada de emoción que viven estos días sanitarios de todo el mundo.
Los ciudadanos agradecen el esfuerzo de los sanitarios con aplausos
Los aplausos colectivos de los ciudadanos para homenajear el trabajo de los sanitarios y el de los profesionales de servicios básicos durante la crisis del coronavirus se resisten a desaparecer y aguantan pese a la fase de desescalada que permite medidas de alivio para volver a lo que el Gobierno ha denominado como la "nueva normalidad".
Así, se cumplen 82 días desde que se iniciaran en las distintas ciudades y pueblos de todo el territorio nacional. La convocatoria surgió en redes sociales y aplicaciones de mensajería una vez que el Gobierno decretó el estado de alarma en marzo ante la propagación de la pandemia, siguiendo así los pasos de los italianos, que por entonces ya llevaban confinados desde hace una semana.
Fue con el confinamiento y las restricciones de movilidad más duras cuando los aplausos colectivos tuvieron su mayor apogeo. Los momentos más duros de la crisis sanitaria, que coincidieron con el famoso 'pico' de la epidemia, se saldó con el agradecimiento mayoritario de los ciudadanos a los centros hospitalarios, muchos de ellos al borde del colapso ante el alto número de contagiados y fallecidos.
En las últimas semana, han surgido peticiones para finalizarlos tras más de dos meses ininterrumpidos de agradecimientos desde el balcón y las ventanas de casa. Sin embargo, otros ciudadanos han decidido continuar con el homenaje diario para reivindicar la labor de los sanitarios y defender la sanidad pública.
A esta iniciativa se ha sumado ahora las reivindicaciones del propio colectivo sanitario. El movimiento 'Sanitarios Necesarios', que reivindica que son trabajadores sin carácter político ni sindical, convocó este lunes, por segunda semana consecutiva, a los trabajadores de la sanidad que salieron a las puertas de sus centros de salud "a dar visibilidad a la situación de precariedad".
Los sanitarios españoles en primera línea contra la COVID-19, Princesa de Asturias de la Concordia
Los sanitarios españoles que trabajan en primera línea contra la COVID-19 han sido galardonados con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020, según ha hecho público el jurado encargado de su concesión.
Esta candidatura ha sido propuesta por Ginés Morata, Pedro Miguel Echenique Landiríbar y Sir Salvador Moncada, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2007, 1998 y 1990, respectivamente. De forma excepcional, con motivo de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19, la reunión se ha desarrollado mediante videoconferencia.
Los profesionales sanitarios españoles en contacto directo con los pacientes afectados por la COVID-19 conforman la primera línea en la lucha contra esta enfermedad en nuestro país y han demostrado, desde que empezó esta emergencia sanitaria, un encomiable nivel de profesionalidad y compromiso.
"Expuestos a una alta y agresiva carga viral, su entrega incondicional, haciendo frente a largas jornadas de trabajo sin contar, en ocasiones, con el equipamiento y los medios materiales adecuados, según quejas de organizaciones profesionales y sindicales del sector, representa un ejercicio de vocación de servicio y de ejemplaridad ciudadana", sostiene la nota de la Fundación.
"Con un espíritu de sacrificio personal sobresaliente en favor de la salud pública y del bienestar del conjunto de la sociedad, se han convertido ya en un símbolo de la lucha contra la mayor pandemia global que ha asolado a la humanidad en el último siglo".
Los profesionales de la medicina, la enfermería, los auxiliares y el resto del personal del sistema sanitario que han atendido directamente a los pacientes contagiados y han realizado su labor en los principales focos de lucha contra la enfermedad del coronavirus ofrecen, con el desempeño de su trabajo, un ejemplo de los valores más estimables del ser humano.
Desde los centros de atención primaria hasta los grandes complejos hospitalarios, tanto públicos como privados, este amplio grupo se ha colocado en la vanguardia de un combate en el que están implicadas, de forma intensa, otras organizaciones, empresas y, de una manera también especial, el Ejército y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
El esfuerzo de los sanitarios españoles contra la COVID-19 ha permitido atender un número de casos de pacientes infectados y víctimas mortales muy elevado, realizando incluso, más allá de sus obligaciones, una labor de profunda humanidad al acompañar a enfermos ingresados y a personas cuyos familiares no podían estar presentes en sus últimas horas de vida.
Esa responsabilidad ha puesto en riesgo su propia salud personal, hasta el punto de ser el colectivo más afectado por la pandemia en nuestro país, alcanzando los más de 50 000 infectados y más de 60 fallecidos, según datos facilitados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.