El volcán de La Palma seguirá emitiendo gases incluso después de que se dé por finalizada la erupción y deje de emitir lava a la superficie, por lo que la emergencia volcánica puede durar meses, según ha advertido María José Blanco, portavoz del comité científico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca).
Blanco, directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional, puso como ejemplo el volcán submarino Tagoro, que erupcionó cerca de la costa de El Hierro hace una década, siguió emitiendo gases durante varios meses después de que se diera por finalizada la erupción y es probable que lo mismo suceda en el caso de La Palma. La señal de tremor del volcán de El Hierro, cuya erupción comenzó en octubre de 2011, estaba muy baja desde mediados de febrero de 2022 y la emisión de lava se dio por terminada el 5 de marzo, pero el edificio volcánico se mantuvo con desgasificación durante meses, dijo Blanco.
La portavoz del Comité Científico indicó en que esto también "va a ser así" en Cumbre Vieja, lo que significa que después de que termine la emisión de lava continuará la desgasificación no sólo en el cono principal y el secundario, sino también en las coladas, que continúan emitiendo gases durante un cierto tiempo. Es difícil precisar el tiempo que transcurriría hasta el final de la desgasificación en La Palma, pero "las medidas de emergencia no desaparecen" con el final de la emisión de lava en superficie, subrayó la portavoz científica.
El portavoz del comité de dirección del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, indicó que la presencia de gases es el principal factor que mantiene fuera de sus casas a la mayor parte de las personas evacuadas en esta erupción, aunque en algunos casos también la cercanía de las coladas.
Precisamente el estancamiento de la colada en las inmediaciones de La Laguna y la ausencia de gases en las inmediaciones es lo que ha permitido el regreso a sus casas desde esta mañana de una parte de los evacuados. Se trata de los vecinos de la zona de Nicolás Brito Pais y Las Martelas, evacuados desde octubre.
Morcuende explicó que el Pevolca está pendiente constantemente de la posibilidad de que otros vecinos puedan volver a sus casas, lo cual depende sobre todo de la presencia de gases. Precisamente el alto nivel de gases en la zona restringida, a la que se desplazan de forma controlada vecinos y agricultores cuando las condiciones lo permiten, ha impedido este jueves el acceso.
La superficie afectada por la lava se mantiene con respecto al miércoles en 1.184 hectáreas, ya que el aporte de magma se está dirigiendo fundamentalmente a la zona central de las coladas a través de tubos lávicos, solamente con un ligero ensanche hacia el sur en dirección al mar.
Tampoco se ha ampliado la superficie ocupada por los dos deltas lávicos sobre el mar, de 48 y 5 hectáreas, ni la anchura máxima entre las coladas, de 3.350 metros. Los datos sobre edificaciones destruidas se mantienen igualmente sin cambios, 1.628 según datos del catastro y 3.039 según las mediciones del sistema de satélites europeo Copernicus, que utilizan distintos criterios.
En cuanto al número de personas evacuadas alojadas en alguno de los tres hoteles dispuestos por el Gobierno de Canarias ascienden a 555, y además hay 43 personas dependientes en instalaciones sociosanitarias del Cabildo de La Palma. En cuanto a los datos sobre la erupción, María José Blanco indicó que la altura de la nube de cenizas y dióxido de azufre sobre el volcán es de 1.700 metros, con orientación del penacho hacia el suroeste, lo cual es favorable para la navegación aérea.
La sismicidad sigue baja tanto en profundidades intermedias como de más de 20 kilómetros, con un terremoto de magnitud 3.6 a 37 kilómetros bajo la superficie, que no fue sentido por la población, como episodio más significativo. La amplitud de la señal de tremor continúa en niveles bajos e igual de estable que en días anteriores y no hay una tendencia clara en la deformación en la zona más cercana a los centros eruptivos.
El dióxido de azufre en el penacho se mantiene en niveles altos, sin romper la tendencia descendente que se registra desde el 23 de septiembre. La calidad del aire ha registrado algunos episodios desfavorables en las estaciones de Los Llanos de Aridane y Punta Gorda en cuanto a dióxido de azufre, aunque después ha remitido, y respecto a partículas menores de 10 micras está en niveles razonablemente buenos.