El colegio electoral más aburrido de España están en Benizar, Murcia. Nadie entra ni sale y en la urna solo hay un puñado de votos. Censadas hay 746 personas. Por tercera vez en menos de un año, la mayoría de los vecinos se niegan a votar en las elecciones generales “porque no han cumplido nunca sus promesas”. Están cansados de sus carencias, hastiados de reclamar unos servicios básicos que nunca llegan como carreteras, ambulancias. “Estamos abandonados”, dice un vecino. Son las viejas reivindicaciones de la España vaciada.