La única encuesta conocida esta noche adelantaba un resultado bueno para Vox, pero se ha quedado incluso corta ya que le daba entre 8 y 10 escaños, cuando ha conseguido 12. La baja participación ha favorecido a la derecha, según todos los analistas. La participación ha sido del 58,65 por ciento, lo que supone la menor en comicios andaluces desde 1990 y un 3,7% menos que en los comicios celebrados en marzo de 2015.
El panorama que encontramos es muy diferente al de las anteriores elecciones celebradas en 2015, en las que Susana Díaz ya sufrió para lograr formar gobierno (al final lo logró con Ciudadanos), pero el PSOE-A logró 47 escaños y un 35,4% de los votos. Tras los socialistas se situó el PP, con 33 escaños y un 26,7% de los votos, mientras que Adelante Andalucía lograba 20 escaños y el 21,8% de los votos. C's, lograba solo 9 escaños y un 9,3% de los votos. La bajada de la participación demuestra el tono de la campaña: bajo y en clave nacional.
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Giro a la derecha en Andalucía
Por primera vez en 36 años, el PSOE-A se arriesga a perder el Gobierno si pactan las formaciones de la derecha que suman mayoría absoluta gracias al crecimiento de Ciudadanos y a la irrupción abrupta de Vox. Contra todo pronóstico, los socialistas se hunden y pierden 14 escaños, al bajar de 47 a 33, y pierden 400.000 votos.
Pese a ser la fuerza más votada, el PSOE-A recaba un 27,95 por ciento de los votos con el 99,92% escrutado, siete puntos por debajo del que hasta hoy era su peor resultado en términos de porcentaje de voto, el de 2015, y se deja más de 420.000 votos con respecto a los últimos comicios.
Ninguna encuesta anticipó este batacazo del PSOE, pese a que en círculos socialistas se asumía como posible una cierta pérdida de escaños, pero no muy superior a los cinco escaños.
Ante el empuje de Vox, que ha aupado a la derecha, Susana Díaz, en su "noche más triste", ha hecho un llamiento a "las fuerzas políticas constitucionalistas para que frenen a la extrema derecha". La aún presidenta de la Junta ha anunciado que abrirá ronda de conversaciones para tratar de "parar a la extrema derecha": "Yo lo voy a intentar"
PP y Ciudadanos se postulan para presidir la Junta
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ya ha conversado esta noche con el presidente del PP andaluz y candidato a la Junta, Juanma Moreno, para trasladarle que tiene por delante la tarea de liderar el cambio "histórico" en Andalucía y desalojar a los socialistas del Gobierno andaluz después de 36 años, según han informado fuentes de la dirección nacional.
Moreno ha asegurado que "Andalucía quiere cambio y habrá cambio" y que esta misma noche se pondrá a trabajar "de manera inmediata" para hablar con todos los grupos con representación parlamentaria con el objetivo de "alcanzar una mayoría alternativa".
"Desde la serenidad, el trabajo bien hecho, las ideas muy claras y la humildad que nos caracteriza, mantendré un diálogo franco y sincero con todos los grupos para lograr ese acuerdo que permita el cambio político, un cambio al que nadie debe temer", ha manifestado Moreno, cuya formación ha obtenido 26 escaños, cuatro menos que en las pasadas autonómicas.
El presidente del PP-A, que ha estado rodeado durante su intervención por miembros de su Ejecutiva y dirigentes del PP de Sevilla, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, ha defendido que el mandato de los andaluces ha sido "nítido". "Quieren un nuevo gobierno en Andalucía, diferente al que hemos tenido estas cuatro décadas", ha subrayado.
Sin embargo, no tendrá fácil liderar ese cambio porque Ciudadanos también quiere encabezarlo y así lo ha dicho en la celebración de su gran noche electoral.
Así, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha anunciado que su partido presentará una candidatura para presidir el Gobierno de la Junta de Andalucía, ya que, como ha afirmado el candidato andaluz, Juan Marín, "tiene que liderar el cambio quien crece".
El candidato, que ha sido recibido a gritos de 'Ahora sí', lema de la formación naranja en esta campaña, y 'presidente, presidente', ha apuntado que "solo desde un proyecto de centro se puede liderar el cambio", con un proyecto "moderado, sensato y constitucinalista".
Euforia en Vox
Vox se ha convertido este domingo en la gran triunfadora de las elecciones al Parlamento andaluz al lograr por primera vez representación en un legislativo y hacerlo pulverizando todas las encuestas y los pronósticos, que apuntaban su llegada a las instituciones pero lejos del resultado obtenido: de golpe, 12 escaños, lo que le convierte en clave para permitir un gobierno de la derecha por primera vez en democracia en esta comunidad autónoma.
El partido que creó Santiago Abascal ha dado la sorpresa cinco años después de su nacimiento y con propuestas como la eliminación de las autonomías, la supresión de la ley de violencia de género o la expulsión de España de todos los inmigrantes ilegales y de los legales que cometan delitos.
En estos comicios su candidato a la presidencia de la Junta ha sido el exjuez Francisco Serrano, que fue inhabilitado durante diez años por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por alargar un día la custodia paterna de un niño para que pudiera acudir a un paso de Semana Santa.
En la celebración de los resultdos, Abascal ha afirmado en Sevilla que los andaluces "tiene la llave de San Telmo para expulsar a la corrupción de Andalucía", toda vez que ha añadido que "marcan un camino para muchos españoles" y que "han ofrecido a España un gran triunfo donde parecía que era imposible terminar con el régimen clientelar".
Desde Francia les llegaba, incluso antes de conocerse los resultados, las felicitaciones de Marine Le Pen que animaba a un "movimiento joven y dinámico".
Alerta "antifascista"
La otra cara de la moneda es Adelante Andalucía que se ha quedado en 17 diputados frente a los 20 de Podemos e IU en 2015. La alianza de izquierdas encabezada por Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo ha perdido tres escaños, cinco puntos y casi 300.000 votos respecto a los 20 asientos en el Parlamento andaluz y el 21,75% de votos que sumaban los resultados que estas formaciones obtuvieron por separado en las andaluzas de 2015, y que se habían fijado como barrera a superar.
Su mensaje al finalizar la noche ha sido un llamamiento a hacer frente a la extrema derecha. Teresa Rodríguez ha afirmado que lo que le preocupa no es el número de diputados que ha conseguido la confluencia, sino que su preocupación se centra en lo que pasará en Andalucía "a partir de mañana" y ha afirmado que "nos toca recuperar el nuevo sentido común que se abrió con el 15M".
Recibida entre aplausos y al grito de 'no pasarán', que ha roto el silencio de la sala donde ha comparecido ante la prensa acompañada del candidato a la Vicepresidencia, Antonio Maíllo; Teresa Rodríguez ha llamado a la reflexión y ha garantizado que Adelante Andalucía seguirá trabajando para "hacerle frente a la extrema derecha, que enfrenta a los últimos con los penúltimos".
"Vamos a denunciar con claridad cada seguidismo que hagan los que se llaman de la derecha formal, de los discursos de la extrema derecha, y ante cada palabra de racismo, cada palabra machismo, de transfobia o de homofobia nos van a tener delante", ha aseverado la también coordinadora general de Podemos Andalucía, que ha subrayado que no tolerarán "que conviertan a nuestra sociedad en algo peor de lo que lo han convertido tras diez años de crisis y recortes".
En el mismo sentido, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha llamado a los antifascistas a que se pongan en "alerta" ante la irrupción de Vox en las elecciones andaluzas, y se movilicen para frenar a una fuerza de "extrema derecha y de postfranquistas sin complejos", porque la a democracia española y sus avances están "en riesgo".
Así lo ha asegurado Iglesias en la comparecencia que ha ofrecido para valorar los resultados de las andaluzas junto al líder de IU, Alberto Garzón, y parte de las cúpulas de las dos formaciones que concurrían en la cita de este domingo como Adelante Andalucía.
Aunque Iglesias ha reconocido en su intervención que la coalición no ha cumplido las expectativas, ha centrado casi todo su discurso en alertar del peligro que conlleva la irrupción de Vox con 12 de escaños en el Parlamento andaluz, y en llamar a la responsabilidad a todas las fuerzas democráticas.
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