El portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood, dijo que el Gobierno de EE.UU. "hará lo que pueda" para apoyar los esfuerzos de la comunidad internacional por poner fin al conflicto", pero, resaltó, "al final ambas partes tienen que discutir las maneras de terminarlo y de cesar las hostilidades".
En su rueda de prensa diaria, Wood expresó la preocupación de Washington por la situación humanitaria en Sri Lanka y los desplazados internos por el conflicto, así como por los civiles que se ven afectados por el enfrentamiento armado.
"Una de nuestras principales preocupaciones es la situación humanitaria. Estamos preocupados por los desplazados internos, lo que pasa con ellos. Estamos preocupados por los civiles que se ven afectados por lo que está pasando. Y queremos ver al Gobierno y a los LTTE discutir las maneras de cesar las hostilidades", explicó.
Estados Unidos considera que es necesario disponer de un marco político para abordar las cuestiones que se plantean todas las partes afectadas por el conflicto en el país.
"Sólo queremos ver (...) el cese de las hostilidades. Queremos ver protegidos los civiles y queremos poder abordar de manera efectiva la situación humanitaria que nos preocupa mucho", insistió.
"Haremos lo que podamos para apoyar los esfuerzos por terminar el conflicto", pero las dos partes tienen que encontrar una vía para resolver sus diferencias mediante el diálogo, agregó Wood.
La guerrilla de los tigres tamiles se encuentra acorralada en un espacio de apenas 100 kilómetros cuadrados en el noreste de Sri Lanka, donde el Ejército ceilanés le ha arrebatado la mayor parte de sus territorios en el último año y medio.
En el área se encuentran atrapados más de 200.000 civiles, según las organizaciones de ayuda, víctimas del fuego cruzado entre los dos bandos y de la falta de alimentos y medicamentos.
Los tigres tamiles luchan por la independencia en las áreas de esta isla del Índico donde su etnia es mayoritaria, es decir, el norte y el este del país.
Desde el inicio de la guerra, en 1983, casi 100.000 personas han muerto víctimas de los combates y cientos de miles se encuentran desplazadas o exiliadas.