"El tiempo pone a cada uno en su lugar, pero si vas mandando algunos a tomar por culo vas adelantando camino", así abría el hombre de los 2.000 tumores su perfil de Twitter. Al final fue el tiempo quien terminó por destapar la mentira que durante siete años Paco Sanz cultivó, desde 2010 hasta 2017, cuando fue detenido.
"Dinero dinero, flus flus". Así rezaba Sanz en uno de los vídeos que salieron a la luz cuando fue arrestado. Para él y su familia cualquier acto era lícito si al final se conseguía el objetivo: dinero.
Cincuenta años y natural de la Pobla de Vallbona (Valencia). Un individuo que se aprovechó de padecer el síndrome de Cowden para estafar 264.780 euros a miles de personas. Tras detectarle los médicos dicha patología en 2009, el acusado decidió tergiversar el funcionamiento de su enfermedad para tener un nivel de vida más alto, ya que su pensión por minusvalía de 745,99 euros no se lo permitía.
El síndrome de Cowden es una enfermedad rara que provoca la formación de gran cantidad de tumores benignos, pero que no tiene un riesgo vital inminente. Aun así, Sanz vendió en su estrategia que le quedaban pocos meses de vida y que necesitaba el dinero para un tratamiento especializado muy caro que tan solo se hacía en Estados Unidos. Para ello, difundió durante todo este tiempo que tenía en su cuerpo 2.000 tumores.
La cuenta de Twitter del acusado, que hasta el día que fue detenido funcionaba de la misma manera que el primer día, era todo un reflejo de su imagen. La foto de fondo de su perfil ya mostraba a Sanz como alguien con mucha fuerza y esperanza para superar la supuesta enfermedad mortal que emulaba el título del libro que escribió Miguel Hervas Abad sobre este personaje: "Una vida de sueños, una vida de lucha".
Sus mensajes motivacionales a través de esta red social eran constantes: "Solo tú pones limitaciones en tu vida, si quieres puedes", "Acordaros que un simple gesto puede hacer lo bueno en mejor", "Hoy empezamos pronto a soñar" o "Una semana menos para la victoria, dentro poco...grandísimas noticias!" Todas estas frases solían ir acompañadas de fotografías del mismo individuo con cara enfermiza, pero alegre, como si de verdad estuviera luchando. Además, también daba las gracias a aquellos que le donaban dinero para su supuesta causa. Todos estos mensajes de esperanza también los difundía en YouTube.
Tras la detención de Sanz, salieron a la luz los vídeos donde se mostraba cómo preparaba las imágenes que difundía. Unas grabaciones que mostraron realmente cómo actuaba el acusado detrás de las cámaras.
En uno de ellos, decía: "Necesito vuestro impulso para verdaderamente vencer a la muerte porque está tocando a la puerta". Acto seguido, Paco miraba a su novia y hacía un corte de mangas a la cámara acompañado de un "¡Toma!". "¿Ha quedado chulo no?", decía a su ya expareja Lucía Carmona, una joven de 22 años que ayudaba al acusado a grabar sus vídeos y que también será juzgada esta semana en la Audiencia de Madrid.
Otras acciones como tocarse los genitales evidenciaban que Paco Sanz se había mofado de todos aquellos que de forma altruista le habían ayudado. El individuo aprovechaba sus visitas a los hospitales para grabar sus vídeos en los que fingía su grave enfermedad y continuaba con la farsa que había cautivado a toda España: "No hay peor dolor que lo desconocido". Pero en las tomas que no publicaba se volvía a destapar su verdadera imagen: "Ahora me han puesto aquí la sonda, pero no sé si me la van a poner por la nariz o por el culo".
En dichas grabaciones se veía como Paco Sanz estaba compinchado con sus familiares. En uno de ellas, incluso, su madre bailaba y decía: "Me río de las tontadas que dices". En otro, a un pariente suyo que sujetaba la cámara le recriminaba: "No te rías, cojones". Su novia Lucía, la principal cómplice, parece que le asesoraba en los vídeos y bromeaba con aquello que debía de decir: "Necesito vuestro impulso, necesito vuestra Visa". A lo que Paco respondía: "Dinero dinero, flus flus".