La Guardia Civil ha detenido a un hombre como supuesto autor de una agresión sexual a una niña de 12 años. Además se le atribuye otro delito de detención ilegal de la menor, con la que tuvo un hijo y convivió durante cuatro años, contra la voluntad de esta y maltratándola de forma continuada.
La víctima había desaparecido hacia cuatro años del centro de menores donde se encontraba interna. Durante todo este tiempo se la buscó, pero nada se supo de ella. Hasta ahora, cuando tras una llamada de alerta al teléfono de Emergencias 112, ha podido ser rescatada.
La menor, que ahora tiene 16 años, junto con sus dos hijos de corta edad -el primero lo tuvo con 12 años, el segundo apenas tenía seis meses- fueron hallados en un pueblo de la comarca zamorana de Benavente, ubicado en el valle de Vidriales, el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Ese mismo día también se detuvo al hermano del supuesto agresor sexual, investigado por delitos de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal. Al parecer, tanto el primero de los detenidos, que era la pareja de la víctima y ha ingresado en prisión por orden judicial, como el segundo, que ha quedado en libertad con cargos, retenían a la menor contra su voluntad y se comportaban de forma violenta contra ella.
Tras la llamada a Emergencias que alertaba de que una menor de 16 años que vivía con su pareja y que había tenido otro hijo era maltratada y agredida, los agentes se presentaron en el domicilio de la zona de Vidriales en el que contactaron con familiares de los detenidos y les hicieron saber que buscaban a la mujer y a sus hijos.
Momentos después, agentes que vigilaban el exterior del domicilio se percataron de que varias personas habían salido por una ventana de otra parte de la vivienda, bajando a la calle por unas sábanas anudadas, y habían huido campo a través.
Entre esas personas se encontraba la víctima y sus dos hijos, los cuales estaban sin ningún tipo de prendas de abrigo. Temblaban y tenían síntomas de hipotermia, con la piel azulada debido a las bajas temperaturas, cuando fueron interceptados por los agentes. De inmediato fueron trasladados junto a su madre en un vehículo policial hasta el Hospital de Benavente para recibir atención sanitaria.