Objetivos claros: destrozar las calles, provocar el mayor daño posible y silenciar a los periodistas, los mismos que dicen defender la libertad de expresión y perfectamente preparados para atacar. El daño a unos hosteleros poco parece importar después de que hayan tenido que soportar el covid y los temporales. Pero a esa juventud dispuesta a destrozar Cataluña para que les escuchen, como defiende Laia la amiga de la joven que perderá un ojo en las protestas, lo harán. De sus palabras en la cadena Ser se desprende la frustración. Y esa es aprovechada por otros para sus fines, porque las fuerzas de seguridad creen que estos ataques están planeados, más allá del caso Hasél.
Y así, por tercer día consecutivo, decenas de personas se han congregado pasadas las 19.30 horas de la tarde en la plaza Tetuán de la capital catalana para pedir la libertad de Pablo Hasel, en una concentración ante la que los Mossos d'Esquadra han blindado los alrededores de la consellería de Interior, situada a escasos metros. Aunque esta vez los ataques a los cámaras, incluidos los de Informativos Telecinco, indican que para algunos la libertad de expresión es lo de menos. Los partidarios del rapero en Cataluña también han convocado movilizaciones en Tarragona y Sabadell, entre otras localidades.
Durante los disturbios ocurridos en Cataluña en las dos pasadas noches, los Mossos d'Esquadra y las policías locales han detenido a una cincuentena de personas y han disparado unos 420 proyectiles de precisión, uno de los cuales supuestamente ha provocado que una manifestante perdiera un ojo el pasado martes en Barcelona. En la plaza Imperial Tarraco, de Tarragona, unas doscientas personas se han concentrado en defensa del rapero Pablo Hasel, lanzando consignas a favor de su libertad y contra la actuación policial.
Un gran despliegue de unidades policiales antidisturbios controlan esta tarde la zona de la plaza de San Agustín, en pleno centro de Valencia, para intentar impedir que las más de 300 personas allí concentradas en apoyo al rapero Pablo Hasél se manifiesten y provoquen incidentes como los del pasado martes.
Convocados por redes sociales bajo el lema "Estem fartes" (Estamos hartos) a partir de las siete de la tarde, los concentrados han protagonizado enfrentamientos p con los agentes, que han tenido que hacer cargas. En un manifiesto leído desde un móvil por uno de los concentrados se ha proclamado que "si quieren guerra, tendrán guerra" porque quienes acuden a esta protesta están hartos del sistema actual y de "los poderosos" y "la represión" contra ellos. Sirva de recordatorio sobre quién es Hasél escuchar sus letras, más de odio que de amor.