La Guardia Urbana de Barcelona, en actuaciones conjuntas con los Mossos d'Esquadra, ha desalojado a 9.055 personas desde las 22.00 horas del sábado hasta las 6.00 del domingo por formar aglomeraciones en espacios públicos de la ciudad, han informado fuentes municipales a Europa Press.
La playa de Sant Miquel ha sido "el punto de máxima concentración", donde se han desalojado 2.000 personas y se las ha redireccionado hacia el paseo Joan de Borbó por el lado del mar para evitar que accedieran de nuevo a las calles de la Barceloneta y evitar ruidos vecinales.
El paseo del Born y el de Lluís Companys han sido otros dos espacios de concentración masiva de personas que incumplían las medidas de seguridad, que "han sido desalojados sin incidentes".
Urbana y Mossos también han inspeccionado y cerrado tres locales por incumplir el horario de apertura, permitido hasta las 23.00 horas.
Este es el segundo fin de semana sin toque de queda en Cataluña tras finalizar el 9 de mayo el estado de alarma decretado el 25 de octubre de 2020 para frenar los contagios de coronavirus.
Como en las anteriores noches desde que finalizara el estado de alarma, muchas de las personas congregadas no han respetado las medidas de seguridad y sanitarias, como el uso de la mascarilla o el mantener la distancia social.
En declaraciones a los medios, el intendente mayor de la Guardia Urbana, Ricardo Salas, ha explicado que la situación de esta pasada noche ha sido similar a la del viernes, en la que las personas han sido dispersadas, pero sin que se hayan producido momentos de "tensión" o de "riesgo".
Salas ha recordado que las personas pueden salir a la calle, puesto que ya no hay ni toque de queda nocturno ni limitación de la movilidad, pero ha insistido en que se deben cumplir las medidas sanitarias.