El análisis del debut de Leonor: Empática, perfecta en el contacto visual y las pausas en un emotivo discurso
Esperó algunos aplausos en momentos puntuales que no llegaron y eso la puso nerviosa
El discurso lo tenía aprendido de memoria, pero controló el contacto visual para empatizar
El Rey se comportó como un padre en los gestos mientras que Letizia lo hizo como Reina
Leonor ha debutado en el primer discurso de su vida en los Príncipe de Asturias como hizo su padre y a su misma edad. Expertos en coaching y comunicación analizan para Informativos Telecinco el comportamiento de Leonor y la ponen nota. Irene López Assor, psicóloga, grafóloga y escritora, experta en comunicación reconoce que "Leonor sí que estaba evidentemente nerviosa, algo que controlaba con la rigidez en los brazos, pegados al cuerpo haciendo fuerza. Estuvo brillante Leonor a la hora de mirar al público, a sus padres, sobretodo a su madre donde encontraba la calma que necesitaba. Pero donde más orgullo y relax encontró fue en su hermana, tal vez la más orgullosa de toda la familia", señala la experta, que cree que esta la tranquilizó.
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Algo en lo que también coincide Pedro Palao, experto en coaching y comunicación de Tisoc que cree que "la sintonía entre la hermana y Leonor es especial y eso es bueno de cara al futuro".
Assor destaca en el discurso "las sonrisas nerviosas llegaron en los comentarios referidos a su madre". "Asturias es, también, la tierra de mi madre, la Reina y yo llevo sangre asturiana”, dijo Leonor y los aplausos resonaron. Y se acordó también de su abuela Sofía. No habló de su abuela Rocasolano, que fue la más emocionada, totalmente entregada a su nieta. No hizo falta.
No todo fue perfecto porque Leonor también se confundió dos veces, "debido a que esperaba unos aplausos que seguramente esperaba y no llegaron", pero "ha tenido un gran autocontrol", señala Assor. Pedro Palao considera, no obstante, "que estamos ante una futura gran oradora sobretodo si la dejan ser ella misma. Se ha notado cuando ha hablado en un fluido inglés, ahí se ha visto a otra Leonor, más ella, más fresca, y si logra sacar de dentro hacia afuera esa Leonor tendremos una oradora con futuro".
Palao considera que "hemos asistido a un discurso muy medido, muy emotivo, en el que se ha arropado mucho a Leonor con temas familiares y se ha intentado, y logrado tocar el corazón hablando de Asturias y de España y de los sentimientos de la familia al respecto".
En cuanto a los Reyes considera que han actuado como padres, "orgullosos y emocionados", aunque la que más lo han expresado "han sido sus dos abuelas". De hecho, uno de los momentos más emocionantes es cuando Leonor ha dicho eso de "gracias a mi abuela, la Reina Sofía, Ella sabe lo importante que para mí es su presencia en esta ceremonia, que significa tanto para Asturias y para toda España. Este momento será inolvidable para mí. Como dijo mi padre a mi edad y aquí mismo, será un día que “llevaré siempre en lo más profundo de mi corazón”.
Mis padres siempre nos han hablado a mi hermana, la infanta Sofía, y a mí de Asturias, de su cultura, historia y tradiciones. También de su naturaleza. Pero, sobre todo, nos han enseñado a querer y a admirar a los asturianos”, ha dicho Leonor, para recordar que “Asturias es, también, la tierra de mi madre, la Reina y yo llevo sangre asturiana”.
Cristian Salomoni, Vicepresidente de ACONVE, Asociación en Comunicación no verbal, considera que Leonor es más brillante de lo que ha podido demostrar en un discurso encorsetado en el que se ha elegido con precisión hasta el color azul del vestido, un homenaje a Asturias. "Con esa sonrisa, esa planta y esa naturalidad tiene futuro si la dejan ser ella un poco más. Por lo demás el discurso estaba muy medido, hasta los propias pausas estaban ensayadas. Y creo que ese excesivo estudio ha sido una de las causas de sus dos pequeños errores. Me ha sorprendido mucho la forma de actuar de los Reyes, como unos padres más, esperanzados y orgullosos de su hija".
El Rey, durante su discurso, no ha podido evitar dirigirse a Leonor diciendo que él tuvo más nervios que ella minutos después de su intervención y le recordó el orgullo de sus padres, y también su responsabilidad. La niña, le miraba sonriente. Había cumplido con nota el encargo.