El Congreso dice 'no' a la consulta soberanista en Cataluña
Informativos Telecinco/Agencias
08/04/201423:28 h.El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido esta tarde en el Congreso en que la Constitución no permite que Cataluña tenga competencia para organizar una consulta soberanista y ha rechazado "el relato de opresión" sobre el que el independentismo ha construido el argumento a favor de un referéndum. "No puedo aceptarlo porque no es verdad".
Mariano Rajoy ha optado por defender en persona desde la tribuna de oradores del Pleno del Congreso los argumentos del Gobierno en contra de que se traspase a Cataluña la competencia de celebrar referendos y que ha defendido ante el Pleno una delegación del Parlamento catalán.
El presidente ha dedicado la primera parte de su intervención a esgrimir argumentos jurídicos contra esta iniciativa: la imposibilidad legal de traspasar la competencia y la imposibilidad de que una parte de España decida sobre toda ella. Y ha dedicado una segunda parte a responder las afirmaciones de los que "sólo quieren la fractura".
Rajoy ha agradecido a los portavoces catalanes su exposición ante el Congreso y ha alabado que la Cámara Baja "escucha a todo el mundo". "Y a quien no escucha es porque no ha querido venir", ha agregado en referencia clara a Artur Mas, a cuya ausencia esta tarde en Madrid ha aludido en varias ocasiones.
En una de ellas, para dejar claro que es la Constitución la que no permite que Cataluña decida unilateralmente sobre su pertenencia a España. "No es algo que podamos resolver el señor Mas, aunque hubiera venido hoy, y yo con un café. Aunque tomáramos 500, seguiría faltándonos lo que no tenemos: la potestad que la Constitución nos niega".
Tras dejar sentado que el Congreso no puede aceptar la iniciativa porque la Constitución se lo impide, que no cierra ninguna puerta porque esa puerta no estaba abierta, Mariano Rajoy ha asegurado que cabe el camino de la reforma constitucional.
"Hay una puerta abierta de par en par a aquellos que no estén conformes con el actual estado de las cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución", ha sentenciado, animando a ello incluso a "quienquiera que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre o lo que sea".
"Una hipotética historia de agravios"
El presidente ha dedicado parte de su discurso a refutar "una hipotética historia de agravios" construida por el independentismo. "No puedo asumir su relato de opresión. Sinceramente no puedo aceptarlo porque no es verdad", ha proclamado.
Mariano Rajoy ha añadido que "no es verdad" la "opresión insoportable" como no lo es, ha dicho, ni la persecución del catalán o la "asfixia" a esta cultura, ni las trabas al desarrollo económico o que "se torpedee el bienestar".
Ha añadido que su punto de vista es otro, el de "siglos de historia en común" y progreso en democracia que llevó a Cataluña en 2007 a tener una renta per cápita del 120 por ciento de la media de la UE.
"Creo que en Cataluña más que ustedes"
"Perdónenme la vanidad, pero tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes. Al menos yo no me siento en la necesidad de demostrar a cada paso que Cataluña existe. Me consta que existe, que es uno de los puntales de nuestra patria, que no se entiende España sin ella del mismo modo que resultaría incomprensible Cataluña sin el resto de España", ha dicho.
En esta defensa de la Cataluña que él considera como la real, el presidente ha lanzado su oferta de diálogo dentro de la ley, que viene reiterando hace semanas.
"Hay muchas cosas sobre las que dialogar, muchos problemas reales que se están viendo pospuestos por atender a los insolubles. Esto sí que me preocupa y me inquieta, además, que esto se haga en el momento en que España y dentro de ella Cataluña, comienzan a ver claramente los primeros signos de recuperación del crecimiento", ha dicho, sin entrar en más concreciones.
Ocultar los riesgos de la independencia
El jefe del Ejecutivo también ha censurado que el relato independentista no cuente las consecuencias de salir de España, centrado en defender que la solución al problema es que Cataluña vote en referéndum.
"Diseñan un futuro idílico en el que todo sale bien", les ha dicho a los representantes del Parlament. "Perdónenme, no sé si de dan cuenta, puesto están ustedes ofreciendo lo más parecido a la isla de Robinson Crusoe", ha añadido.
Mariano Rajoy ha advertido en este punto de que el resultado de la independencia sería una Cataluña "más pobre", fuera del euro, de Europa, de la ONU, de los tratados internacionales; los ciudadanos perderían sus derechos como españoles y europeos, incluidos los fondos comunitarios, y los bancos catalanes saldrían del BCE, con todas sus consecuencias. "¿Se lo han explicado ustedes?", ha inquirido.
Argumentos jurídicos
Previamente, el jefe del Ejecutivo había hecho un prolijo discurso para desmantelar jurídicamente la proposición del Parlamento catalán.
"Ni la transferencia que demandan es transferible ni el propósito para el que la solicitan es acorde con la ley". Así ha resumido Rajoy sus dos principales argumentos, subrayando que es además lo que establecen todas las constituciones del mundo.
El presidente se ha extendido en explicar que la Constitución no permite delegar la competencia para celebrar un referéndum, porque es una competencia exclusiva del Estado y, como tal, intransferible. No es cuestión de voluntad política, sino de imposibilidad legal.
También ha subrayado que la pretensión del referéndum "al margen de eufemismos" es proclamar "una soberanía que no existe porque la Constitución no la reconoce". La soberanía reside en el pueblo español y una parte de él no puede decidir por el conjunto, ha explicado.
Asimismo, ha defendido que la Constitución protege a los españoles incluso de sí mismos: no pueden renunciar a sus derechos. La Constitución, ha puntualizado, que apoyó además el 90,4 por ciento de los catalanes que la votaron en 1978.
"Y lo hicieron por su propio interés. Y no consideraron que fuera una mordaza, sino una garantía. No pensaron que era un grillete, sino una salvaguarda", ha dicho.
Rubalcaba ofrece reformar la constitución
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha ofrecido este martes una reforma de la Constitución que avance en el federalismo para que Cataluña y el resto de España puedan "seguir viviendo juntos" y que pasa, a su juicio, por incluir las "aspiraciones del pueblo de Cataluña y sus singularidades".
Ante el Pleno del Congreso, Rubalcaba ha abogado por emprender cambios para solucionar estas tensiones territoriales, pero ha rechazado de plano el derecho de autodeterminación, "que está concebido para irse", así como la independencia de esa comunidad autónoma, subrayando: "Queremos seguir viviendo juntos y decidiendo juntos".
En su respuesta a los delegados del Parlament que han acudido al Congreso para defender su petición de competencias para poder celebrar la consulta soberanista, Rubalcaba ha defendido su rechazo a esta posibilidad porque el Estado "no puede transferir una competencia que no tiene". Según ha recalcado, la Constitución no permite convocar un referéndum autonómico cuyo resultado afecta al conjunto de los españoles.
El líder del PSOE ha defendido que el tema político que existe de fondo en esta petición, que ya jurídicamente es rechazable, debe llevar a preguntarse si existe un "problema de convivencia" entre Cataluña y el resto de España y, al reconocer que sí existe este conflicto en las relaciones, ha animado a preguntarse cómo se puede arreglar.
Rubalcaba ha tomado como suya una declaración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y le ha dado la razón en que Cataluña cuenta con cuotas "elevadísimas" de autonomía política y administrativa, de las que no había gozado nunca en su historia, pero ha reconocido también que no se puede negar la "frustración estatutaria" en Cataluña, ni tampoco la existencia de campañas políticas contra el Estatut, en clara referencia al PP.
Así, ha recordado que el PSOE ha apoyado todas las decisiones que han llevado a Cataluña a tener una mayor autonomía y "siempre" ha apoyado su autogobierno. "Hemos defendido sus instituciones, su cultura, su lengua", ha recalcado Rubalcaba, que ha añadido que, en la elaboración de su Estatut, también apoyó sus derechos históricos. "siempre lo hemos hecho".
Y esto se debe, ha explicado, a que los socialistas siempre han entendido a Cataluña como "una comunidad plural" y ha defendido que "son catalanes los que viven allí, vengan de donde vengan" y sean su lengua o su religión las que sean.
Por eso, también ha rechazado que desde distintas posiciones se pretenda hacer elegir a los ciudadanos si son más españoles que catalanes o al contrario, pensando en todos esos españoles que "no quieren levantar fronteras para separar sentimientos o identidades".
Pero, a partir de aquí, ha reiterado el no de su partido al proceso iniciado desde Cataluña y que, ha recalcado, pretende dirigirse hacia el referéndum de autodeterminación y la independencia, dos extremos con los que los socialistas están "absolutamente en desacuerdo".
Rubalcaba ha subrayado que el derecho a la autodeterminación "no figura en ninguna Constitución del mundo", entre otras cosas porque significa "la inestabilidad permanente" y está "concebido para irse". Y ha rechazado la independencia "por razones históricas, culturales, políticas, económicas y también por razones tamaño".
"Y porque los socialistas estamos defendiendo en Europa que se acaben las fronteras y es contradictorio con inventarnos fronteras en la Península Ibérica, no estamos de acuerdo", ha remachado, entre los aplausos de sus compañeros de bancada.
Críticas al discurso soberanista
Además, también ha criticado duramente algunos argumentos habituales en el discurso nacionalista y se ha referido en concreto a la representante de ERC en este debate, Marta Rovira, para denunciar que se trate de vincular la independencia con una salida más rápida de la crisis económica.
Rubalcaba ha denunciado que este discurso es "dañino, insolidario y en términos económicos, en una economía global, sin ningún fundamento y ha apuntado que suena al que se hace en algunos países del norte de Europa hacia los del sur.
También ha rechazado el discurso del 'España nos roba'. "Eso no es tolerable y lo tenemos que rechazar desde aquí, no lo es, entre otras cosas porque los presupuestos los votan aquí muchos diputados de Cataluña y porque todos los sistemas de financiación que en España se han aprobado se han pactado y acordado con el Gobierno de Cataluña. No es algo que se pueda decir sin estar faltando a la verdad", ha remachado.
A partir de aquí, Rubalcaba ha defendido una vez más la propuesta que tienen los socialistas para resolver este conflicto, que pasa porque las fuerzas políticas se sienten a "hablar y buscar soluciones para estos problemas de convivencia" que ha admitido que "existen".
"Derecho a decidir de todos los españoles"
Y el objetivo, ha dicho, tiene que ser encontrar "nuevas normas de convivencia", que se enmarquen en una reforma de la Constitución que avance en el federalismo para permitir a catalanes y resto de españoles "seguir viviendo juntos". "Queremos una nueva Constitución que suponga un nuevo Estatuto que vuelvan a decidir los catalanes", ha explicado Rubalcaba, que ha dicho defender "el derecho a decidir de todos los españoles".
"Tenemos un problema serio de convivencia y hay dos posibilidades: ustedes proponen vamos a votar a ver si nos vamos y nosotros proponemos vamos a sentarnos y acordar ver comó seguimos viviendo juntos", ha insistido el líder del PSOE.
En este marco, Rubalcaba ha asegurado que los socialistas también quieren que los catalanes voten, pero que lo hagan "de acuerdo con las reglas democráticas y de acuerdo con la ley". Así, ha ofrecido una reforma de la Constitución en el marco de un proceso "serio, democrático, transparente, dialogado, legal y participativo" que es como el Parlament pide que sea en su iniciativa y que, ha subrayado, precisamente tiene que hacerse en el Congreso.
En concreto, ha defendido la oportunidad de definir mejor el reparto de las competencias autonómicas en la Carta Magna; convertir el Senado en una cámara territorial donde las autonomías puedan votar sobre las leyes que les competen y fijar los principios básicos de un sistema de financiación "justo y solidario".
Y, además, ha abogado porque esta reforma federal "recoja las aspiraciones del pueblo de Cataluña y sus singularidades". "Proponemos una reforma que finalmente suponga la actualización de un pacto territorial, el del titulo VIII de la Constitución, que nos permita hablar libremente de cultura federal, que es aquello que distingue la singularidad, pero mantiene la unidad", ha insistido.
Rubalcaba ha defendido que no se trata de una reforma constituyente, sino de un pacto que permita llevar a cabo estos cambios en la Carta Magna que considera necesarios para resolver este problema en las relaciones territoriales.
Y ha culminado insistiendo en que no es "capaz de imaginar un futuro mejor que aquel que representa una Cataluña comprometida con España y una España que entiende y quiere a Cataluña".